El desprestigio como antecedente

La asignación de diputaciones de representación proporcional en Quintana Roo se tornó en el tema...

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La asignación de diputaciones de representación proporcional en Quintana Roo se tornó en el tema del momento, pero en realidad el resultado en favor o en contra de algún partido político es irrelevante para la población en general.

Incluso pudiera serlo para Morena, partido que controlará el Congreso local con sus aliados a partir de septiembre, pues ya gobierna tres cuartas partes de la población estatal, pero por supuesto que no será intrascendente para los órganos electorales locales, envueltos en el peor de los desprestigios y con la posibilidad abierta de ser eliminados de la esfera nacional.

El mejor escenario para los contrincantes del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador es que, al inicio de la XVI Legislatura, tengan nueve diputaciones con las cuales poder negociar algunas comisiones “dignas” y “encarecer” reformas constitucionales, como aquella que pretendería volver a la normativa antigua que impediría que algún cargo de primer nivel estatal sea ocupado por profesionistas de fuera de la entidad. Problemas e intereses habrá muchísimos, como fracciones o mini fracciones existirán, pero existe una lógica simple en el poder, el factor “bandwagon”, es decir, los “pequeños” se unirán siempre al más poderoso, aunque inicialmente se unan entre minorías para “cotizarse.”

El problema entonces es para el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) este fin de semana Morena decidió enfilar todas sus baterías en contra de un de por sí cuestionado órgano que no logró motivar a los ciudadanos para salir a sufragar –aunque evidentemente sea problemática compartida entre todos los actores en la contienda- y cuya actividad resultó ser la más ineficiente en todo el país, de las seis entidades que acudieron a las urnas el 2 de junio, logrando apenas un 22 por ciento de participación, y con una iniciativa federal que pretende desaparecer todos los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs). El instituto local ha dado motivos suficientes para ser objeto de todos los ataques.

Más aun, con el proyecto circulado entre representantes de partidos, el OPLE quintanarroense pretende –desde la perspectiva de Morena- aplicar una fórmula para asignación de diputaciones plurinominales que le resta una curul a ese partido, lo cual encendió la ira de sus integrantes, ante lo cual los “morenos” han advertido que “no están jugando” y que “o les entregan sus diputaciones o se las entregan”, pero además solicitaron al Ieqroo les informe qué actividades de fomento al voto realizaron y cómo se gastaron el presupuesto respectivo.

De cualquier manera, el perdedor resulta ser el órgano electoral, tan cerca de la desaparición y cuyo daño menor será la sustitución de funcionarios, ya sea del Consejo General o de su Junta General, en este último caso, de las áreas de capacitación y comunicación social, aunque eso represente que el “hilo se rompa por lo más delgado.”

Por todo lo anterior es que el escribiente sostiene que, independientemente del resultado, el Ieqroo resulta profundamente dañado, los vientos de renovación o desaparición rondan ya los pasillos de sus instalaciones y, finalmente, la destitución vendrá por ordenanza federal, desde la Sala Xalapa, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf), o con la determinación del Poder Legislativo del país, con su desaparición antes de que concluya 2019. Mal y de malas, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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