Quintana Roo cumplirá 45 años como entidad federativa el 8 de octubre; en medio de las más difíciles condiciones sociales de su historia, con perspectivas presupuestales adversas para fomentar su principal actividad económica, el turismo, y en la víspera de renovar sus once alcaldías y diputaciones federales que generarán un mayor encono político del que ya se vive, desde que la Cuarta Transformación republicana llegó para quedarse.

En el marco de su 45 aniversario, la entidad tiene la primera legislatura que –hasta ahora- se muestra como mayoritariamente opositora; Morena gobierna los tres principales municipios y con ello al 70 por ciento de la población estatal, y en 2021 se renovarán los once ayuntamientos con tendencias favorables a ese partido, y aunque el proceso electoral comenzará hasta octubre del próximo año, los ánimos políticos ya están más que “caldeados”, pues la elección de ayuntamientos precede a la de gobernador en 2022, y ante ello los diferentes aspirantes ya están en la competencia por alcanzar candidaturas.

Por otro lado, en lo social existe una creciente sensación de inseguridad, las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que más del 70 por ciento de la población tiene miedo y cree que la inseguridad se ha incrementado, pero lo peor son las perspectivas económicas, a partir de la contracción presupuestal que se plantea, en lo inmediato, para 2020, porque cabe decir que la inseguridad, ciertamente, es un fenómeno a combatir, pero para ello se requieren tener los elementos necesarios y, hasta ahora, hay recortes planteados en las áreas de salud, seguridad, turismo, desarrollo económico y agropecuario por parte del gobierno federal; luego entonces, ¿cómo atender las carencias y problemas? Ese es el contexto en la víspera de los 45 años como entidad federativa.

Claro que hay fortalezas, Quintana Roo es ahora el principal centro turístico del país y de Latinoamérica, pero la coyuntura obliga a un análisis de fondo; la entidad aporta más del treinta por ciento del total de divisas que ingresan al país por concepto de turismo, el crecimiento estatal es en promedio de 4.6% y su generación de empleo va a la alza; pero la herencia de administraciones anteriores aún pesa, el estado sigue entre los 10 con mayor carga financiera; sus pasivos representan una gran parte de las participaciones federales (Ramo 28), y su población tiene la mayor deuda per cápita de México.

Muchos son pues los retos del futuro y faltan todavía tres años a la administración de Carlos Joaquín González, que entre sus principales logros están justamente haber detenido el desplome económico estatal fomentado por Félix González Canto y Roberto Borge Angulo.

Así, más que felicidad debe haber compromiso por el presente y futuro, además de asumir los retos por los próximos años, anteponiendo resultados para sustentar aspiraciones políticas, porque elecciones vienen muchas, pero la nada alentadora realidad pone parejura entre los posibles candidatos. Hechos y no discurso, y ese también es reto; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.