Kingsman, dorada pero no valiosa

Desquiciada e irreverente, sirve para pasar el rato pero es tan olvidable como la primera.

|
La cinta cumple en los aspectos técnicos, pero la calidad de la forma evidencia la carencia de un fondo. (Contexto)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Por Rafael R. Deustúa

Antes de ver “Kingsman: El círculo dorado” empecé a ver de nuevo la cinta de 2014 que pasó esta franquicia del cómic al cine y la volví a odiar. Aquella película, que tuvo éxito como parodia de los filmes de James Bond, era muy mala, pero fresca y original considerando el resto de la cartelera. La nueva cinta repite la fórmula, pero es contar el mismo chiste dos veces: la segunda vez no es gracioso.

Eggsy, ahora Galahad de los Kingsman, sobrevive a un ataque sólo para descubrir que fue una diversión para exterminar a sus compañeros. El y Merlín viajan a EUA para pedir ayuda a los Stateman, su equivalente americano, quienes salvaron al Galahad original y les dan los recursos para perseguir a una desquiciada narcotraficante que chantajea al mundo con un genocidio a cambio de la legalización de todas las drogas.

También te puede interesar: 'Mi nueva yo', una película amena y agradable

El libreto de la historia anterior era desquiciado, éste sólo pretende serlo pues incluye demasiados cambios convenencieros: “Resucitan” el personaje de Colin Firth ante la desconfianza de que Taron Egerton pueda con el estelar; Dan roles de Jeff Bridges y Channing Tatum pero aparecen más en la publicidad que en el filme -pero aumentan taquilla- y hay muchas tomas que alargan la película sin razón... hasta que notas que son comerciales (El guión da para 90 minutos, la película dura 140).

En la dirección repite Matthew Vaughn, quién logra algunas buenas secuencias de acción y chistes, pero se diluyen en una película desangelada que sufre por ser excesivamente larga. Si se quitara la paja quizá habría un mejor resultado. Antes sorprendió con su irreverencia logrando que la gente no notara que veía un filme muy malo, ahora no puede disimularlo.

También da la impresión de que no supo motivar a sus actores pues Firth y Egerton, que tenían una muy buena química antes, ahora pasan de noche y son eclipsados por Mark Strong (Merlín). Julianne Moore parece personaje de comedia televisiva, sin mayor gracia. Pedro Pascal es apenas una comparsa. Bridges, Tatum y Halle Berry pueden agradecer que sus papeles son demasiado breves para generar una opinión. Elton John se interpreta a sí mismo y sorprende (probablemente incluso a sí mismo).

La cinta cumple en los aspectos técnicos, pero la calidad de la forma evidencia la carencia de un fondo.

Lo más leído

skeleton





skeleton