La construcción de un marco normativo para combatir el cambio climático
Escuchaba con atención cómo una persona extranjera a quien admiro y respeto, extendía públicamente una sentida...
Escuchaba con atención cómo una persona extranjera a quien admiro y respeto, extendía públicamente una sentida, sincera y honrosa felicitación a mi país, por haber sido el segundo en el mundo, sólo depues del Reino Unido, en contar con una Ley General de Cambio Climático, cosa que hasta ese entonces, ignoraba.
Era marzo de 2018, el ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, se dirigía a un grupo de aspirantes a formar parte del cuerpo de líderes por el clima de “The Climate Reality Project”, que nos graduaríamos después de 3 días de intenso entrenamiento.
Siendo el cambio climático una materia cuya regulación compete tanto a la Federación como a las entidades federativas, debía entonces existir una ley estatal sobre la misma materia en cada estado de la república. Por eso lo que hice apenas regresé a mi estado, fue comunicarme al Congreso para preguntar si existía dicha Ley, y ante una respuesta en sentido negativo, me impuse el desafío de impulsarla.
Con desinteresada ayuda de algunos miembros de la Asociación Mexicana de Energía Renovable y Medio Ambiente A.C., y un grupo de abogados que nos asesoró “pro bono”, iniciamos los trabajos para redactar una iniciativa de Ley de Cambio Climático del Estado de Yucatán, hasta que finalmente tuvimos una iniciativa completa y muy robusta.
A punto estábamos de entregarla al Congreso, cuando el Poder Ejecutivo estatal nos convocó a participar en la elaboración de una iniciativa en la materia, sin saber que ya teníamos una. Respondimos, dialogamos, y decidimos aportar sin pensarlo, el trabajo que ya habíamos desarrollado. De la mano de la organización “Política y Legislación Ambiental” (POLEA), participamos en una serie de reuniones y recopilación de ideas que derivaron en la propuesta final que fue presentada este martes 19 de octubre en el H. Congreso del Estado de Yucatán.
Es un gran honor haber sido parte de este proceso de construcción de un marco normativo estatal para combatir el cambio climático. Toda iniciativa regulatoria, debe contar con una generosa participación de amplios sectores de la comunidad. Con esto, se fortalece el régimen democrático de la nación. Las iniciativas para generar nuevos instrumentos de nuestro marco jurídico o reformar los existentes, deben ser flamantes edificaciones en las que todos pusieron algún ladrillo.
Muchos estados de la república ya cuentan con su propia ley en la materia, pero aún hay otros que no han podido generarla. Sueño con que pronto las 32 entidades federativas logren tener esta valiosa herramienta que crea la institucionalidad y define el estrecho camino que tenemos que seguir los mexicanos, para conducir nuestra responsabilidad global de emprender una carrera sin descanso hacia la neutralidad en emisiones de carbono a la atmósfera de aquí hasta el año 2050, y que eso permita lograr mantener por debajo de los 2 grados Celsius, e idealmente incluso por debajo de los 1.5, el incremento de la temperatura promedio anual global, como acordamos todas las naciones del mundo en 2015, en París.