La cosecha del saqueo

Vendida como chatarra a la sospechosa empresa de origen yucateco “Chada Farms”...

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Vendida como chatarra a la sospechosa empresa de origen yucateco “Chada Farms”, el complejo de invernaderos Hidroponia Maya construido en 2001 en el municipio de Felipe Carrillo Puerto está ahora en manos de particulares que, según información vertida por el Congreso local, habrían pagado la ridícula suma de 18 millones de pesos por las 40 hectáreas de tierras y la infraestructura; una señora ganga…

Para los habitantes del centro de Quintana Roo –una de las zonas con mayor índice de pobreza extrema en nuestro estado– este tema es profundamente doloroso, ya que fueron testigos de cómo la corrupción y la impunidad enterraron un proyecto exitoso que pudo ser el detonador de una actividad agrícola saludable y redituable.

Fundada en el gobierno de Joaquín Hendricks Díaz con una inversión de 600 millones de pesos, Hidroponia Maya se consolidó veloz como una empresa agrícola con enorme potencial al debolver buenas ganancias en sus primeros años de vida, además de varios reconocimientos nacionales e internacionales por sus procesos y calidad.

La historia de éxito no tardó, pues como suele suceder con todas las paraestatales administradas por el gobierno, el derroche abusivo de sus administradores egresados de la clase política envió a la tumba a la empresa llamada a ser el motor de desarrollo para la zona maya.

Bajo la dirección del ex alcalde priista de José María Morelos, Otto Ventura Osorio, Hidroponia Maya empezó su lento declive desde el 2011, primero con el despido de trabajadores, después con una especie de concesión a una empresa privada y por último con la quiebra y el abandono.

Convertida en piltrafa, en 2015 la otrora exitosa empresa agrícola fue rematada en casi el tres por ciento de su valor inicial a la empresa yucateca Chada Farms, creada apenas en 2013 y que se dedica a la operación de invernaderos, con 10 hectáreas en Yucatán y 40 en Quintana Roo, gracias a la generosidad del gobierno local. En esta operación de venta estuvo involucrado Gabriel Mendicuti Loría, Secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indígena (Sedari).

Ni siquiera el pretexto de la generación de empleos que ofreció la nueva empresa justifica este mal negocio, pues los trabajadores han denunciado que Chada Farms explota a sus trabajadores pagando salario mínimo por jornadas de hasta 12 horas.

Para colmo, este fraude al patrimonio estatal difícilmente será desecho, pues la venta fue realizada con todas las de la ley, aunque representa un vil atraco cultivado en invernadero.

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