La “disculpa” de Marisol
Obligada a reaccionar ante la avalancha de críticas y tomatazos que ha recibido de la indignada opinión pública como consecuencia de los argumentos discriminatorios...
Obligada a reaccionar ante la avalancha de críticas y tomatazos que ha recibido de la indignada opinión pública como consecuencia de los argumentos discriminatorios que vertió con ligereza en una reunión de trabajo con docentes de educación especial recién egresados, la secretaria de Educación y Cultura (SEyC), Marisol Alamilla Betancourt, convocó este miércoles a una conferencia de prensa en Cancún para ofrecer una disculpa pública y “aclarar” el sentido de su lamentable discurso.
Reacia desde el principio a reconocer su error, la funcionaria intentó dar carpetazo al asunto con un comunicado escueto y carente de empatía, manteniéndose en la misma línea para ofrecer disculpas exclusivamente a quienes se ofendieron por haber “malinterpretado” sus palabras, sin asumir ni por un instante el peso de la culpa.
El acartonado discurso que leyó estuvo lejos de conectar con los padres y madres de niños con necesidades educativas especiales, quienes esperaban un gesto más humilde de Marisol Alamilla, un reconocimiento pleno de que habló sin conocimiento y una disculpa sincera.
Nada de eso ocurrió, pero la titular de Educación tácitamente aceptó que se equivocó. Contradiciéndose a sí misma, expresó que “la discapacidad es una condición de vida que no puede ser erradicada” y también que existen profundas necesidades en educación especial que están lejos de ser solventadas, para después comprometerse a liderar los esfuerzos para realizar proyectos destinados a mejorar la atención a este sector en las escuelas.
A raíz del escándalo provocado por Marisol Alamilla, surgió la propuesta de organizar un Foro Estatal para la Atención de las Necesidades Educativas Especiales, acción que sin duda puede aportar avances significativos en beneficio de la niñez quintanarroense.
Para ello, es necesario que se imponga una efectiva sensibilización y que no se trate únicamente de una reacción temporal para capear la turbulencia del momento. La primera que debe tener esto en claro es la propia secretaria de Educación.
A pesar de todo, algo positivo puede salir del infame resbalón de Marisol Alamilla, cuya mejor disculpa será cumplir con el compromiso que asumió este miércoles de encabezar los esfuerzos para mejorar la educación que se ofrece en nuestras escuelas a todos los niños por igual.