La Gran Comisión y anacronías extintas y vigentes

La lucha por el control del Congreso quintanarroense cumplió ya mes y medio...

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La lucha por el control del Congreso quintanarroense cumplió ya mes y medio; y sigue siendo noticia no porque el enfrentamiento ocurra al interior del grupo parlamentario mayoritario, ni porque tenga fundamento en la ambición por el control del presupuesto y los cargos administrativos; ni porque además lo aliente el grupo político que controló y fue mayoría en ese Poder en la legislatura anterior, sino porque los actuales diputados accedieron al poder prometiendo que no harían exactamente eso, lo mismo que hicieron todos sus antecesores.
Morena está convulsa y más allá de especular si tiene razón o es legal la revuelta iniciada por la diputada Reyna Durán Ovando –acompañada por el Partido Acción Nacional (PAN)-, lo fundamental es que, en ese tiempo, los integrantes de su fracción parlamentaria están poniendo a prueba la Ley Orgánica del Poder Legislativo, apenas publicada en junio de este año, pero aprobada desde diciembre de 2018, pues si resulta que la norma permite cambiar de coordinador y presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) cada que la fracción en turno junte las firmas necesarias, habrá derrocamiento y erección nuevo(a) cada lunes y martes, de acuerdo al humor o petición no concedida.
Ciertamente, hay que aprender todos a convivir con la democracia, pero es en estos momentos cuando debe ponerse en perspectiva si todo lo pasado fue peor; por ejemplo a la XIV Legislatura le achacan haber construido un “paquete de impunidad”, pero hay quien señala que la herencia de la XV fue peor, en cuanto a la irregular disposición de recursos; y la XVI que aseguró evitaría todos esos vicios, en menos de mes y medio ha evidenciado las mismas prácticas, por lo menos algunos de sus integrantes…y entonces resultará también que anacrónicas estructuras como las de la Gran Comisión, recién desaparecida, hubiera sido la ideal para frenar a quienes parecen no estar preparados para gobernar en la pluralidad, demandando prebendas para votar en uno u otro sentido.
El presidente de la Jugocopo, Edgar Gasca Arceo, asegura que justamente esos vaivenes son los que la Ley Orgánica evita en su artículo 55, que estipula que “las demás” fracciones parlamentarias integrantes de ese órgano –exceptuando obvio a la que esté en presidencia- podrán cambiar de coordinador con tan sólo reunir firmas; la legisladora Reyna Durán Ovando asegura que el precepto le es aplicable también a la fracción que presida; la voz entonces, la tendrá el pleno cuando pase el tema, antes de que concluya la siguiente semana, aunque ambos diputados han coincidido en que esta misma se agote en las instancias respectivas.
¿Y la atención de las necesidades? ¿el análisis de las comparecencias? ¿la revisión a las cuentas públicas 2018? ¿la construcción del presupuesto 2020 para estado y municipios? Todo eso puede esperar, primero hay un botín que repartir; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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