La gruta de Calcehtok

La localidad de Calcehtok, perteneciente al municipio de Opichén, está ubicada a 67 kilómetros al sur de Mérida...

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La localidad de Calcehtok, perteneciente al municipio de Opichén, está ubicada a 67 kilómetros al sur de Mérida, sobre la carretera de Maxcanú a Muna. En su entorno hay una gruta que se llama Xpukil, pero es mejor conocida como la gruta de Calcehtok. Acerca de ella, el célebre Luis Rosado Vega escribió un interesante relato.

En un pueblo de esta comarca, en tiempos anteriores a la Conquista, vivían dos hermanos que siempre juntos en sus labores agrícolas y en cualquier otra actividad, pues una gran amistad los unía.

Una tarde, regresando de su milpa, los dos hermanos vieron a una guapa moza recién llegada a Calcehtok. Se impresionaron con su belleza e indagaron sobre ella. Así supieron que había venido al pueblo, a la casa de unos parientes, abandonando el suyo por disgustos personales.

Muy pronto, surgió la rivalidad entre los hermanos pues cada uno aspiraba a tener el amor de aquella chica. Ella coqueteaba con ambos, como si se hubiese propuesto desatar la tragedia entre los carnales.

La joven le decía a cada uno que era el preferido y esto empeoró la situación entre ambos pretendientes. En una de sus discusiones fueron a verla para que ella decidiera con quien habría de quedarse. Dijo que no podía responder porque quería a los dos. Pero les planteó que se quedaría con aquel que vaya a la gruta que está en las afueras del pueblo y le llevara muerto el venado que acostumbra a dormir en ellas.

La gente sabía que ese animal siempre iba a pernoctar en el cercano antro, pero nadie se habría atrevido a perseguirlo hasta aquel lugar, porque se contaba que, por las noches, en la caverna se aparecían seres malignos y que aquel venado estaba embrujado, pues hubo quien lo había oído hablar con voz casi humana.

Los dos hermanos acordaron ir juntos para que nadie tuviera ventaja alguna. Allá se vería quién sería el que habría de abatir al animal.

Todo quedó así dispuesto para la noche del día siguiente. Pero uno de ellos pensó en aprovechar el tiempo que faltaba para tratar de ganar ventaja. De inmediato, fue a entrevistarse con un hechicero amigo suyo, le contó el caso y le ofreció una buena recompensa si lo ayudaba. El brujo aceptó y le dio al joven una piedra semejante a un cristal. Le dijo que tocara con ella el vientre del venado y se desencantaría al punto. Además el nuevo personaje le habría de indicar cómo se iba a deshacer de su hermano.

El joven guardó el amuleto y volvió a su casa. Esa noche, previa a la prueba, esperó a que tu hermano estuviese bien dormido. Cautelosamente salió de la choza y se encaminó hacia la gruta, para realizar todo cuanto el hechicero le había instruido.

El hermano que había decidido tomar ventaja, se fue después de la medianoche a la caverna de Calcehtok y halló al venado embrujado. Enseñó al animal el talismán que llevaba e invocó el nombre del hechicero aliado. El mal hermano se acercó al venado y éste le dijo que, en realidad, era un hombre embrujado con las malas artes de una bruja. Así continúa la narración Luis Rosado Vega.

También le contó que ella le había sido infiel y luego le hirió con un pedernal manchado con la sangre de venado muerto en noche de luna en conjunción. Así fue convertido en animal y mientras no arrancara esa punta de pedernal, no podría recuperar la forma humana. Para que esto ocurra es necesario que otro hombre que venga a ocupar su lugar.

El venado embrujado dijo que el amuleto que le había dado el hechicero era para que pudiera volver a su antiguo ser y ayudar al portador.

El hermano traidor tocó al venado con el amuleto y el ser embrujado le dio nuevas instrucciones. Le dijo que encontrara a un niño menor de seis años y lo trajera consigo a la cueva, pues él le arrancaría el pedernal.

 “Vendrás al mediodía, pero antes cazarás un venado que también traerás contigo. Una vez que el niño me extraiga el pedernal, tú lo guardarás. Para engañar a tu hermano, colocaremos el cuerpo del venado que traigas en este mismo lugar y que parezca estar dormido. Después solo habrá que esperar a regreses en la noche con tu hermano” dijo el animal hechizado.

Al día siguiente el mal hermano hizo todo lo que se le dijo. Al mediar el día ya estaba en la caverna, donde el hombre encantado lo esperaba todavía en su falsa forma de animal. El niño, aleccionado entonces por el joven, extrajo el pedernal del cuerpo del animal y de inmediato el venado se transformó en un hombre joven. El venado muerto fue colocado como si estuviera en reposo. El mal hermano tomó el pedernal hechizado y los tres abandonaron la cueva.

Cuando llegó la noche, los dos hermanos tomaron sus arcos y sus flechas. Se encaminaron a la cueva de Calcehtok y vieron al venado en el fondo de la misma y cada quien preparó su arco. El hermano traidor dejó que el otro se adelantara y cuando quedó detrás de él, le clavó la punta del pedernal embrujado a su hermano en su cuello. La víctima se desplomó de inmediato convertido en un venado, manteniendo la flecha hundida en la garganta. Pero tampoco se saldría con la suya, el destino le daría un giro radical al mal hermano.  

 El mal hermano cargó el venado muerto y ya se disponía a salir de la caverna, cuando su carnal, convertido en animal, le dijo que a pesar de lo que había hecho, lo perdonaba pues ambos habían obrado cegados por el amor hacia esa mujer que los enemistó.

Desde ese mismo instante, el joven comenzó a sentir remordimiento por lo que había hecho. Pero, aparentemente, ya no había remedio. Salió de la caverna con el venado muerto a cuestas, y se encaminó hacia la casa de la muchacha, pero desanimado, sin sentirse tan atraído como antes.

Al salir de la cueva encontró al otro hombre que le había estado cuidando las espaldas y lo invitó a acompañarlo.

 Llegaron a la casa de la mujer y le entregó el venado. Ella le dijo que todavía tenía que hacerle algunas pruebas más antes de darle su amor. Pero el joven se alejó disgustado y muy arrepentido de lo que hacía. Su indignación y su asombro fueron mayores cuando, al reencontrarse con el amigo que lo esperaba fuera, éste le dijo que la mujer por la que había sacrificado a su hermano es la misma que lo había hechizado. Era una bruja.

El muchacho y su aliado se pusieron de acuerdo para tomar venganza hacia ella. Consultaron al jmen del pueblo y éste les dijo que para arreglar las cosas tenía que seguir ciertas instrucciones. El hermano arrepentido llevó pasear a la hechicera al Satunsat, un edificio laberíntico maya cercano a Calcehtok, y estando en lo más profundo de su interior la tocó en el hombro con una piedra blanca que le dio el jmen. Ella se desvaneció y la abandonó allí. Al salir tocó el muro exterior de la cámara con la misma piedra y el edificio se cerró sobre sí mismo y para siempre, convirtiéndose en el sepulcro de aquella joven. El jmen devolvió la forma humana al hermano que había sido transformado en ciervo y los hermanos se reconciliaron para siempre.

Rosado Vega relaciona este mito con el significado de la palabra Calcehtok: Cal, que se traduce por cuello o garganta; Ceh, por venado; y Tok por pedernal. Con el auxilio del relato narrado, la interpretación general resume el significado como aquel que fue herido en la garganta con una punta de flecha o pedernal y convertido en venado.

Para finalizar, el insigne escritor agrega que la gente de Calcehtok cuenta que, en ciertas noches, se oyen unos tristes lamentos provenientes del interior del Satunsat y se cree que son los de aquella mala mujer que se quedó encerrada para siempre en uno de sus túneles como justo castigo a sus malignas acciones.

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