La ilusión
Dormirse temprano con la ilusión de ver a la mañana siguiente debajo del árbol de Navidad...
Dormirse temprano con la ilusión de ver a la mañana siguiente debajo del árbol de Navidad, los regalos que pondría ese personaje polémico y maravilloso llamado Santa Claus.
La historia nos lleva a un personaje de nombre San Nicolás de Bari, que es notable en todo el mundo y no solo en la comunidad cristiana y católica, porque su figura ha dado origen al personaje de Santa Claus – del alemán Sankt Niklaus, conocido también como Papá Noel.
Existen muchas historias y mitos del porqué la entrega de juguetes la noche del 24 al 25 de diciembre y pueden creer o no, pero Santa Claus existe y es una realidad.
De Santa Claus no tengo queja alguna, siempre fue muy dadivoso conmigo, ya que entregaba puntualmente todo el pedido de la carta que yo hacía con la sugerencia y supervisión de mis papás, sobre todo de mi papá, y siempre agregaba un extra.
Le dejábamos un vaso de leche servido en la mesa del comedor, acompañado con algunas galletas o con una buena rebanada de fruitcake. La emoción comenzaba cuando al entrar a la sala nos percatábamos de que ya no había galletas y que el vaso con leche estaba vacío.
Más grande seguía disfrutando las caras de mis hermanos menores al abrir los regalos, que, como comentario adicional, quiero acotar que todo regalo venía con sus pilas exactas que eran colocadas encima de donde correspondía con mucha precisión.
Fui un niño muy afortunado sin duda y por ello he sido siempre muy agradecido con la vida.
Recuerdo el haber acompañado a mi papá a comprar unos juguetes para los hijos de María, nuestra nana.
Cuando le pregunté a papá el porqué de la compra, comentó que había una gran crisis mundial y Santa Claus no la estaba pasando bien económicamente, y todos teníamos que ayudarlo y eso estaba haciendo él y un servidor como su cómplice.
No pude ver las caras de los hijos de María, pero supongo que la emoción ha de haber sido maravillosa.
Yo tenía 17 años en aquel entonces y lo sigo recordando como si hubiera sido ayer.
Este es otro de los grandes recuerdos de papá, nunca matar la ilusión de nadie y siempre contribuir para que los sueños de los demás se cumplan. ¿Ya hicieron su carta?