Omar Capistrán/SIPSE
BACALAR, Q.Roo.- En pésimas condiciones continúan algunas calles y avenidas de la ciudad, situación que mantiene a disgusto a la población, principalmente de la periferia de la cabecera municipal.

Esta situación, aseguraron los vecinos, es el reflejo de lo “poco” que les importó a algunos funcionarios el bienestar de la población en dos años de gobierno.

Lodo, olores fétidos, basura, así se la rifan día a día los habitantes de los asentamientos Benito Juárez, Nuevo Progreso, Nueva Creación y Luis Donaldo Colosio, en la periferia del llamado “Pueblo Mágico”.

En sitios como la colonia Luis Donaldo Colosio, la fisonomía cambia radicalmente en comparación con el centro de la ciudad. Casas deterioradas, algunas en desuso y la mayoría edificadas de forma muy humilde, son las que prevalecen.

Como es una constante en nuestro país, el único edificio que sobresale por su opulencia y amplio terreno es un templo al cual los feligreses acuden cada sábado para rezarle a su Dios, aunque esta acción no los ha ayudado mucho para mejorar su calidad de vida.

Marcial Canché Dzib, quien habita en la colonia antes referida desde hace varios años, dijo que es increíble que gran parte de las colonias “del otro lado de la carretera” continúen padeciendo lo mismo desde hace tiempo.

Destacó que a pesar del discurso oficial sobre los trabajos de bacheo, no hay nada concreto actualmente, por lo que para salir del asentamiento, literalmente hay que llenarse de lodo el pantalón y los zapatos.

“Las personas que tienen su domicilio en las colonias Benito Juárez, Nuevo Progreso, Nueva Creación y Luis Donaldo Colosio ya se acostumbraron al fango, la basura y los moscos, pues desde su creación, fueron abandonadas; a pesar de contar con alumbrado público y agua potable, aún requieren de otros servicios como es la urgente pavimentación de sus calles y también mayor vigilancia”, señaló.

A pesar de que han requerido en diversas ocasiones a las autoridades que den atención inmediata a esta problemática, además de aplicar las medidas necesarias para contrarrestar el tema de la inseguridad que prevalecen en estos asentamientos, han hecho caso omiso a sus solicitudes.

Bacalar fue declarado como “Pueblo Mágico” el 2 de octubre del 2006, lo que supuestamente, le daba acceso a un programa federal de recursos para infraestructura y promoción turística internacional.