La SEMA sin brújula
Sin rumbo y sin proyectos definidos para atender las múltiples problemáticas ambientales que amenazan a la entidad...
Sin rumbo y sin proyectos definidos para atender las múltiples problemáticas ambientales que amenazan a la entidad, la Secretaría de Medio Ambiente (SEMA), dirigida por Alfredo Arellano Guillermo, sigue atorada en un bache de desidia e ineficiencia del que no salió ni con el empujón de la alternancia gubernamental, pues a nueve meses de la entrada en funciones de la actual administración las tareas pendientes siguen acumulando polvo en un archivo olvidado.
Protegido por el manto de su propia invisibilidad, Alfredo Arellano es uno de los nuevos funcionarios que por su perfil bajo –bajísimo, mejor dicho– ha logrado escabullirse del escrutinio del ojo público, a pesar de que su trabajo es inexistente.
Pero Arellano Guillermo, quien antes de ocupar este puesto en el gabinete joaquinista fungía como director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), tiene muchas deudas con la sociedad quintanarroense por su falta de resultados.
Su tarea pendiente quedó en evidencia esta semana cuando el fantasmal funcionario apareció en un evento para dar el banderazo del “saneamiento” del basurero de Chetumal, cuyo ciclo de vida hace mucho concluyó y se ha convertido en un grave problema de contaminación para la capital del estado.
Y es que el encargado de Medio Ambiente admitió que, más allá del “curita” que le están poniendo al basurero para hacer más espacio y saturarlo más de basura, no existe un proyecto definido para resolver el problema de manera definitiva.
¿Cómo es posible que con nueve meses en el cargo, la SEMA aún no tenga ni idea de cómo enfrentar un tema tan urgente como preocupante?
Las vagas declaraciones de Alfredo Arellano exhibieron la falta de rumbo en la dependencia, enfocada en los asuntos que tienen que ver con cambios de uso suelo y explotación de tierras en el norte turístico de la entidad, abandonando las responsabilidades en el sur, que no son pocas.
Porque además de la prisa en encontrar una manera de lidiar con las 400 toneladas de desechos que se generan día con día en la capital, también es urgente atender el manejo de la basura en el subutilizado basurero intermunicipal de Bacalar y Othón P. Blanco, donde supuestamente se llevarían los desechos de toda la zona rural de Bacalar y de zonas del municipio capitalino como Mahahual, lo que no se está cumpliendo como es debido.
Y aunque la responsabilidad directa recae en los municipios, la que debe poner orden con una vigilancia estricta, asesoría y hasta jalones de orejas es la Secretaría de Medio Ambiente.