La simulación de moda

Ejemplos como éste hay muchos. La simulación envuelta en un celofán de conveniencia es lo que hoy pulula en la política...

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Ejemplos como éste hay muchos. La simulación envuelta en un celofán de conveniencia es lo que hoy pulula en la política, en esta actividad cada vez hedionda, de cuyas entrañas salen gusanos, seres tóxicos que sólo pretenden adherirse en busca de un hueso o una posición que les genere dividendos, rentabilidad, un modus vivendi elevado, aunque esto diste mucho de la dignidad, de la honestidad y de la honorabilidad. Eso no les importa.

Las “benditas redes” se han encargado de ensalzar a políticos por la misma conveniencia, como también los han ventilado, exhibido, evidenciado.

Este es un comentario textual escrito y publicado en Facebook por un tal Daniel Gonzalez (sin acento) Quintal:

“Fue en el año del 2018 cuando me convencí de las promesas de Andrés Manuel López Obrador, cuando ratificó y compruebo que las promesas son realidades y veo cómo a mi madre (qepd) le dan su pensión, posterior a eso me acerco a los siervos de la nación y con conocimiento solicito el apoyo de incapacidad de mi hijo, un joven especial, y me doy cuenta que así sucede. Es cuando decido hacer labor en pro de la 4ta. Transformación, en el 2020 participó en el Partido del Trabajo como Coordinador de Afiliación Territorial del Distrito 2 Local y en el 2021, soy Candidato a Diputado Local Distrito II, Mérida, por el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional “Morena”.

Quiero enfatizar que estoy orgulloso de pertenecer a esa línea de transformación, de trabajo, desde abajo, desde la comunidad.

Hoy soy jubilado del ISSSTE y con orgullo puedo decirles que con puesto o sin puesto, con candidatura o sin candidatura yo seguiré trabajando para la 4T, invierto mi dinero y mi tiempo con gusto, nadie me ha dado nada para mis acciones a favor del movimiento y lo seguiré haciendo al cien por ciento, con AMLO vamos al ’24, vamos a caminar con él, porque él es nuestro referente, es nuestro dirigente nacional.

Ojalá y todos los morenistas entiendan que unidos somos más fuertes, dejémonos de dar golpes bajos, debemos de obedecer al pueblo.

¡Es un honor estar con Obrador!”. (Fin del texto)

Hasta ahí todo va bien, salvo el hecho de que su madre –según dice- ya falleció y cobra su pensión, suponemos, de los programas sociales, lo cual sería una grave irregularidad.

Por lo demás, pareciera un hombre de edad madura, convencido y orgulloso de formar parte de las filas de la Cuarta Transformación. Un adorador –como hay millones- de la política establecida por el hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, de cuyas promesas –dice- se convenció desde el ya lejano 2018.

Este post aparece con fotos, al parecer de esta persona con sus familiares.

Y está bien. Uno puede estar o no de acuerdo con su postura política, pero como sea, es muy propia y tiene el derecho de expresarlo y gritarlo a los cuatro vientos, como lo hizo.

Pero no siempre es lo que parece…

Resulta que entre los comentarios o respuestas a este post, una persona sube una foto donde aparece el mismo Gonzalez Quintal abrazando ni más ni menos que a ¡“Alito”! Sí, feliz con Alejandro Moreno, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, acompañada la gráfica de un texto: “Falso, en 2020 estabas con Alejandro Moreno”.

¡Vaya exhibida al neo morenista!

Lo peor es que casos como éste, reales y cínicos, pululan en México. Gente que hoy aplaude y alaba la Cuarta Transformación con el único objetivo de buscar un lugar, una candidatura, un cargo, algo de dónde sacar provecho, sin convicciones, sin escrúpulos, arrojando a la política al más miserable y apestoso pantano, a la actividad de donde surgen gobiernos, diputados, etcétera.

Y cómo no va suceder esto, cuando en las mismas redes sociales aparece otro post en el que el adalid de la austeridad, aquel que dijo que se acabaría el “gobierno rico y pueblo pobre”, sale en una gráfica bajando de un avión de las fuerzas armadas, y al lado otra foto de la degustación que tuvo a lo largo de un viaje que hizo recientemente.

Este comentario dice textual: “El prestigiado chef Enrique Quiroga, difundió en redes sociales el "snak" tercermundista de AMLO, "servido" en uno de los Jets del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.

El "Snack" consistente en salmón marinado con finas hiervas, cortes de res, y vinos; generó fuertes críticas en las redes sociales.

Enrique Quiroga es considerado uno de los mejores chef's de la zona Nuevo Nayarit, una de las entidades federativas más concurridas del mandatario federal”. (Fin del texto)

Este post muestra lo que sucede tras bambalinas. Quizá no tiene nada de malo que el presidente se dé estos gustos, no, lo raro radica en que él se ha empeñado en difundir grabaciones propias degustando garnachas y tamales de chipilín en fondas de bajo costo, en una acción por demás manipuladora, pretendiendo con ello dejar en claro su “voto monástico” de vivir en la austeridad.

La pregunta es: Si el mismo mandatario se dedica en cuerpo y alma a la simulación, ¿qué se puede esperar de sus compinches?

Cierto –preguntarán algunos- ¿Cómo se las gastaban los anteriores presidentes? Y rematarán con su ya clásico “Y nadie dijo nada”.

Pero se equivocan: Sí hubo quien dijo, y se quejó a gritos con cualquier tipo de adjetivos durante años en contra de los mandatarios en turno… Y él, es justo él, es quien hoy goza de los mismos privilegios.

La simulación agobia, el cinismo agravia, la mentira mata…

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