Rossy López/SIPSE
TULUM, Q. Roo.- En las esquinas e incluso dentro de los negocios, personas que viven de pedir limosna, estiran la mano y dicen “una caridad por amor de dios”, piden una moneda y, según sea la voluntad de las personas o la suerte, ellos mismos reconocen que algunas veces les va bien, pero en otras ocasiones la crisis económica les afecta. 

Se incomodan cuando alguien les pregunta cuánto ganan, no quieren decir sus nombres, salvo alguno que incluso comparte: “Este día apenas llevo 60 pesos, ayer me fue mejor a eso de las tres de la tarde ya había ganado 300 pesos”.

Imposible no verlos

Benefactores que brindan la caridad a indigentes lamentan esta situación en una ciudad turística como Tulum y se preguntan, en dónde están los programas sociales, “¿Qué hacen las autoridades del DIF Municipal? por donde vayas puedes ver gente pidiendo limosna en la calle y expuestos a ser atropellados”, expresa Federico Martínez Sandoval, turista nacional, procedente de Puebla.  

Entrevistado al respecto el visitador adjunto de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo), Francisco Xiu Manzanero, lamentó  la falta de sensibilidad y recursos de las instancias correspondientes para llegar a las familias que realmente lo necesitan.