Un puesto de comida en el parque Las  Palapas de Cancún ha sido el sustento de Magali Barrios Apreza desde hace 25 años. La pandemia la llevó a pausar el trabajo durante casi tres meses hasta hoy cuando de nuevo abre su cortina esperanzada en recuperar ventas.

En su primer día de trabajo como parte de la reactivación económica se siente satisfecha de volver a su puesto “La Lupita”, en el que ofrece comida corrida y para hacerse de clientes prepara una serie de promociones.

Para ella cerrar definitivamente nunca fue una opción ya que es un negocio familiar que superará al Covid-19, aunque está consciente que llevará tiempo, pues la economía de los ciudadanos no da para salir a gastar.

La afectación fue grande. Al ser un pequeño negocio familiar depende únicamente de esos ingresos, por ello para salir adelante optó por vender por internet aunque la competencia fue fuerte.

“No teníamos mucha respuesta de ventas ya que las plataformas son las que tuvieron preferencia y para ingresar había que invertir y solo terminaríamos endeudándonos, por ello preferimos sobre llevar la pandemia con los ahorros que teníamos”, explicó.

En su reapertura implementaron medidas de seguridad sanitaria como el uso de cubrebocas, un recipiente para que los usuarios se laven las manos y marcaron líneas para guardar la sana distancia.

(Cortesía)

Magali afirma que la sensación de volver es rara ya que el parque siempre tenía gente y ahora luce semivacío, sin embargo, el anhelo por abrir los mantuvo y en ningún momento pensaron en perder el negocio: siempre hubo esperanza, fuerza y ahora, ganas.

“Regresamos con ánimo aunque no se ve la alegría que caracteriza a Las Palapas. Confiamos en que poco a poco todo va a ir mejorando”.

Los negocios del parque están trabajando en conjunto un esquema de promociones que les ayude a atraer a los clientes y así recuperarse de la crisis económica provocada por la pandemia.