“Los increíbles” salvan la secuela
Buena historia, excelente animación, algunas carcajadas, vale la pena verla.
Por Rafael R. Deustúa
En ésta actualidad de cine de franquicias ya era extraño que “Los increíbles” se quedara en una sola entrega. La cinta fue una agradable y exitosa sorpresa que exigía una secuela a su altura y aunque Disney Pixar se tomó su tiempo, cumple en general. La cinta es dinámica, tiene un buen libreto y no pierde su esencia, aunque sí algo de novedad.
Tras un desastroso combate con el hombre-topo que apareció al final de la última película, la gente vuelve a recriminar los destrozos a los superhéroes, pero ésta ocasión tienen el apoyo de un magnate de los medios dispuesto a ayudarles a recuperar su imagen. Sólo que ése es trabajo de Elastigirl, mientras que Mr. Increíble debe quedarse en casa en la agotadora misión de cuidar a sus hijos.
Escrita y dirigida por Brad Bird, al igual que la primera, “Los Increíbles 2” hila a la perfección ambas cintas, cual si fueran capítulos de una serie antes que filmes separados. Si antes Bob Parr sufría con su aburrido trabajo, en ésta ocasión enfrenta el convertirse en papá de tiempo completo. La sátira es excelente, el libreto ameno y tiene buenos giros.
En cuanto a la dirección, el estilo es algo más pausado que antes y ya no tiene la sensación de tratarse del argumento de un videojuego -sólo pasar un peligro tras otro-, sino de una película con sus distintas fases bien establecidas y una historia agradable para todas las edades. De esa forma Bird hace patente su evolución como narrador.
El doblaje es excelente, como suele ser con el talento mexicano, con Víctor Trujillo lidereando el reparto al dar voz a Bob Parr/Mr. Increíble, Consuelo Duval es Helen Parr/Elastigirl, Darío T. Pie es Edna; Marrtín Hernández es Frozono, Leyla Rangel es Violeta, Oliver Díaz su hermano Dash y Dulce Guerrero Evelyn Deavor.
Las animaciones son muy buenas, evolucionando el estilo visual de la anterior cinta, pero enriqueciendo las texturas, ángulos y dinamismo de las tomas. Hay varias escenas en las que los juegos de luces son extraordinarios considerando que se trata de caricaturas.
En general una muy buena película que bien vale la pena verse.