Los niños olvidados por Doña Catalina

Este 12 de junio fue dedicado a luchar contra el trabajo infantil en todo el mundo, pero en Quintana Roo el tema ha sido tomado con insultante frivolidad...

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Este 12 de junio fue dedicado a luchar contra el trabajo infantil en todo el mundo, pero en Quintana Roo el tema ha sido tomado con insultante frivolidad por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Catalina Portillo Navarro, quien preside una comisión intersecretarial instalada en la pasada administración y reinstalada el pasado tres de febrero con resultados que se agotan en el bla y en tomarse selfies para saturar las redes sociales.

La batalla contra el trabajo infantil debe movilizar a nuestros encumbrados burócratas, pero Doña Catalina no reacciona ante los casos que están a la vista en el cruce de avenidas donde niños se acercan a los automovilistas con semáforos en rojo para ofrecerles su colección de dulces y pepitas; algo hay que hacer por estos menores, más allá de la formación de comisiones intersecretariales destinadas al relax y delicioso intercambio de anécdotas.

El trabajo infantil no se puede limitar a una fecha que no toman en serio en Quintana Roo –y quizá en todo el país–, ya que sus efectos se manifiestan en gran parte del estado con todo el riesgo que incluye, ya que son altamente vulnerables en las calles bajo el sol o en la penumbra. Por ello indigna que el 12 de junio no tenga la menor importancia para burócratas como la Secretaria del Trabajo y Distracción Social y todas las dependencias y mandos involucrados en una tarea que no han empezado para ayudar a los niños chambeadores.  

Y por lo visto los niños son los únicos que siguen trabajando, mientras los mayores dormitan en sus confortables oficinas.

El PRI no está muerto en Chetumal

El PRI Quintana Roo sigue muy lastimado por el borgismo que lo lanzó al matadero, expulsándolo del paraíso terrenal que habitó –con urnas de por medio– a partir de 1975, cuando el chetumaleño Jesús Martínez Ross ocupó la silla monárquica.

Pero es muy probable que el priismo resista el vendaval y sea una fuerza política muy competitiva en algunas zonas del estado, compartiendo cuadrilátero con Morena y el PAN, con un PRD competitivo dependiendo de la alianza que logre cuajar; de lo contrario estará condenado al sótano.

Los priistas saben aprovechar los errores de sus adversarios y podrían disputar la capital del estado y otros municipios y posiciones federales.

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