Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Una semana después de que las actividades náuticas se paralizaran en la Laguna de los Siete Colores, derivado de las intensas lluvias, prestadores de servicios retomaron su labor, al 50% de su capacidad, en una cuerpo de agua teñido de café, lo que llamó la atención de los turistas.

Víctor Yam Yah, de la cooperativa “Lancheros del Fuerte”, indicó que el nivel del agua aumentó 50 centímetros, lo que ha entorpecido hasta cierto grado la labor que realizan, ya que dificulta el abordaje y descenso de los pasajeros.

Lo anterior, debido a que los embarcaderos de la laguna quedaron justo al nivel del agua, por lo que los paseantes deben pisar el agua para subir o descender de las embarcaciones, operación un tanto riesgosa.

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“Afortunadamente la afluencia de visitantes ha sido normal, lo que es bueno considerando todos los días que estuvimos sin actividades, debido a la lluvia”, subrayó. “A pesar que es mitad de semana, hay turistas que quieren conocer el interior de la laguna y esperamos que el fin de semana el flujo sea mayor”.

El color café que presenta la laguna causando sorpresa en los paseantes, manifestó, pero de forma paulatina el cuerpo de agua va recuperando la majestuosidad de sus colores.

“Esto se ve así por ahora por la gran cantidad de agua pluvial que recibió la laguna de manera directa y por los escurrimientos”, consideró.

A diferencia de hace algunos días, que se observaba completamente desolada la Laguna de los Siete Colores, ya se pueden observar embarcaciones surcando las aguas, principalmente lanchas, aunque también hay veleros, motos acuáticas y kayaks.