Los Kurdos: la Cenicienta de Medio Oriente
Siempre se habla del derecho de los pueblos a su existencia, esta existencia siempre se...
Siempre se habla del derecho de los pueblos a su existencia, esta existencia siempre se define por el deseo de los mismos a formar una nación o que simplemente les dejen vivir en paz. Tal es el caso de los palestinos, cuya existencia podría ser garantizada dentro del estado de Israel si éstos se incorporan a la sociedad y se dejan gobernar a pleno derecho según las leyes israelíes.
Sin embargo, los palestinos no desean ser ciudadanos israelíes de pleno derecho, sino gobernarse a su modo, el cual sería razonable si éste modo no fuese enteramente tribal. Dominado por dos vertientes: Hamas y Al Fatah (la más moderada), cada uno con cotos de poder plenamente delimitados y con enfrentamientos a fuego y sangre entre ellos mismos todo el tiempo.
Por eso el conflicto palestino-israelí es en realidad: Al Fatah Vs. Hamas y todos a su vez Vs. Israel, de ahí lo enredado del tema. No hay peor falacia que las pancartas de “Viva Palestina Libre”, pues: ¿Cuál Palestina? ¿Y después de la “libertad” se llevarán bien? Pues no, ya lo han dicho bien claro, no se quieren ni entre ellos. Pero ese no es el caso de los pobres Kurdos.
Los Kurdos conforman una de las vertientes más moderadas del islam, permiten la educación de las mujeres y son en el fondo pacíficos pero bravos a la hora de los tiros. Siempre han estado al lado de Occidente y éste los ha usado como ficha de juego en el tablero de ajedrez más cruel del mundo.
Durante la invasión iraquí a Kuwait, los Kurdos fueron la única etnia de Iraq que se sublevó contra el régimen de Saddam Hussein, en esa ocasión fueron abandonados y no secundados los que les ocasionó decenas de miles de muertes.
Sin perder el ánimo se unieron de forma activa a las fuerzas estadounidenses en la invasión de Iraq que finalmente derrocó (suciamente, por cierto) al tirano y de nuevo fueron olvidados y desplazados por el nuevo gobierno iraquí, tampoco tuvieron el apoyo de occidente en este caso de tener su propia nación en el Kurdistán ni el derecho a vivir en paz.
Al surgir el problema regional de ISIS los kurdos han sido un baluarte en la lucha contra los extremistas e incluso fueron el elemento clave en la toma de Raqa, el bastión del califato. Con la eliminación de ISIS de nuevo los guerreros kurdos y su lucha al lado de las fuerzas occidentales y democráticas sirias ha quedado inútil y una vez más Occidente y en especial Estados Unidos les da la espalda.
La lucha tenaz de un pueblo por su supervivencia ahora ahogado entre dos frentes, el sirio y el recién abierto frente turco, de nuevo queda al olvido ante los acuerdos de mayor interés.
El menos de los males, dirían los demagogos refiriéndose al abandono de los kurdos gracias al renacer del noviazgo con Turquía de la OTAN. De nuevo los pueblos que no tenemos poder real nos vemos a merced de los embates de las mareas que los poderosos quieran mover.
Así como el pueblo kurdo está condenado porque era de interés ante los turcos; quedan igual condenados otros pueblos a su suerte, como Venezuela y Cuba que no salen de la tragedia paseudomarxista pues no es del interés de nadie.
Sin embargo, no puedo menos que pensar que tanto cubanos como venezolanos se echaron su desgracia encima solitos, mientras los kurdos pelean su suerte a sangre y fuego. Si alguien merece ayuda son ellos que se ven medio de una zona cuyos conflictos tienen como raíz simplemente la profunda intolerancia entre facciones. Ojalá el deseo de los poderosos se encauce con la suerte de este valeroso pueblo.