A diferencia de muchos en el entorno político y de la alta burocracia, el alcalde capitalino Luis Torres Llanes mantiene los pies en la tierra, preservando esa humildad genuina que alienta su popularidad, pese al escaso margen de maniobra del presupuesto famélico que contempla con microscopio. Por momentos se confunde con el obrero que debe estirar su salario mínimo para atender lo vital en un municipio tan exigente que aprendió a castigar a sus políticos desde el cinco de junio de 2016.

En radio pasillo juran que Luis Torres  está ordenando sus asuntos administrativos y alistando sus maletas porque en breve estará abandonando Palacio Municipal para perseguir su sueño de la diputación federal. Cuentan que tiene la solicitud de licencia firmada y en la mano para entregarla antes del 14 de diciembre, fecha que el INE marca el arranque de las precampañas de los aspirantes a la presidencia, senadurías y diputaciones federales.

Su ungimiento como candidato de la dupla PAN-PRD es natural –nada de retornar al PRI–, pues tal como reconoció el dirigente estatal del blanquiazul, Juan Carlos Pallares Bueno, es el cuadro aliancista que mejores números presenta en las encuestas internas; alinearlo es obligado para competir, y hasta tienen la tentación de clonarlo.

Luis Torres desayunó este miércoles con integrantes de nuestra Asociación Civil Periodistas del Caribe, en el Café del Puerto ubicado en el centro de Chetumal. La franqueza es su sello y contrasta con los engreídos y mareados burócratas que ocasionalmente te hacen el favor de contemplarte desde su lejana e inaccesible nube, reclamando tratos de “alteza serenísima”.

A nuestro alcalde chetumaleño no se le subieron los humos y será amplio favorito para lo que persiga, por ser un político completo, sensible y con sentido práctico para resolver en caliente.

                                    Libertad de decisión para Remberto y Laura

El mensaje fue contundente en el cuartel del Verde Ecologista a nivel nacional, donde precisaron que no pedirán a Remberto Estrada Barba y Laura Fernández Piña –presidentes municipales de Cancún y Puerto Morelos– acciones más allá de lo que establece la ley para ir por la reelección; por ello no están obligados a pedir licencia y llegada la hora de la verdad ambos sabrán qué hacer.