Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Más de seis mil docentes del estado se ocupan en un segundo empleo para poder subsistir, porque el sueldo que perciben como maestros es insuficiente, especialmente aquellos que trabajan en la zona rural.

Diego Ánimas Delgado, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación en México (Sitem), indicó que ante el aumento de precio de la canasta básica y el insuficiente incremento salarial que reciben cada año, 40 % de los docentes debe trabajar por las tardes.

Según la información del sindicato, muchos de los profesores están subempleados como taxistas, en la venta informal de diversos artículos, incluso venta de comida o albañilería.

“No es suficiente, lo digo con pruebas de causa, porque si nos vamos a la canasta básica, todo incrementó, y con el Impuesto Sobre la Renta viene quedando lo mismo. Yo hablo de un salario justo, equitativo, de acuerdo a la canasta básica del país, mínimo un 10% de incremento”, dijo.

Comentó que lo ideal es que el incremento año con año que reciben los docentes sea de 10% o más, y no de apenas 6%, como fue en este año, para permitir a todos garantizar el sustento de una familia.

Reiteró que subemplearse se volvió una necesidad para los docentes, porque a la quincena, la mayoría de ellos tiene salarios de cuatro mil 500 a seis mil pesos.

“Imagínate un maestro con tres o cuatro hijos, que vayan a la escuela o en universidad, no alcanza para que puedan comprar calzado, ropa, alimentos, medicamentos, por eso los maestros tienen que buscar otro ingreso”, dijo.

Consideró necesario y urgente que las autoridades de todos los niveles, enfrenten el problema de los salarios de los docentes.

“Hay compañeros egresados de las escuelas normales, universidades y andan vendiendo agua, andan de albañiles, de jornaleros y creo que no es justo”, comentó.

Para el dirigente, la situación es más complicada para aquellos que se ubican en zonas rurales, donde deben trasladarse todos los días o en su caso conseguir alojamiento y viajar durante los fines de semana, lo que genera un gasto en gasolina.