El fervor por la Virgen de México se dejó sentir en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de Chetumal este 12 de diciembre, donde desde temprana hora los creyentes acudieron a encender sus veladoras y manifestar su devoción a la madre del Hijo de Dios.

El altar del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe se llenó de arreglos florales y las personas oraban de rodillas y en silencio, mientras que a un costado, fuera del recinto, encendían las veladoras.

Decenas de familias acudieron con sus hijos vestidos de Juan Diego y de Nuestra Señora de Guadalupe, así como portando playeras con la imagen de la madre del Hijo de Dios.

En tanto que en la plaza de la parroquia, se realizó la tradicional kermesse, mientras que los integrantes de la Orquesta de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Quintana Roo rendía homenaje a la Virgen de Guadalupe, en el marco de los 60 años de la declaración de la elevación a Santuario Guadalupano la parroquia de Chetumal.

En este 60 aniversario, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe abrió el Museo de las Advocaciones, con efigies de más de 20 vírgenes, con alusión a los dones o atributos de cada una de ellas, así como a sus apariciones milagrosas.

El párroco David Alberto Martín Leal, expresó que hay que entender que la Santísima Virgen de Guadalupe primero fue signo de unidad para todos los mexicanos.

“Esto es importante porque lo estamos perdiendo, ella fue la bandera de la Independencia y es lo que hemos perdido, esa unidad, el sentirnos un solo pueblo, y es una de las cosas que tenemos que valorar y revalorar en nuestra cuestión histórica y social actual”.

Señaló que hay que volver a dejar entrar a Dios en las vidas y María Santísima, desde que llegó, ha buscado a sus hijos, a unirse como pueblo, buscar el respeto y ayudar a quienes más lo necesitan.

Indicó que este año, la celebración a Nuestra Señora de Guadalupe ha sido muy bonita y con una afluencia muy nutrida, entre 30 mil a 40 mil personas.

“Bendito sea Dios, las personas llegan a todas horas, traen sus ofrendas, sus velas y los niños vestidos de Juan Diego y Guadalupe, una tradición muy bonita”, finalizó el párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en la capital del estado.