Tras una lucha de 30 años, habitantes de la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta recibieron de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora Mara Lezama; sus títulos de propiedad con los cuales alcanzaron la certeza jurídica sobre sus terrenos.

El presidente de la República arribó ayer a esta ciudad donde fue recibido en las instalaciones de la estación Playa del Carmen del Tren Maya. Llegó acompañado de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México y de miembros del gabinete de Estado.

“La entrega de los títulos fue un compromiso (...) desde el (año) 22 queríamos hacer realidad la Colosio, que conozco el problema desde hace mucho tiempo, siempre era una demanda porque tener el papel y una escritura dan mucha tranquilidad (...) es un asunto para toda la familia y di la instrucción”,

dijo en su mensaje el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Fueron 1,774 títulos de propiedad que se entregaron en esta primera fase, de alrededor de cinco mil inmuebles que existen en la colonia Colosio.

Los beneficiarios, Reina María Tello Correa y Gregorio Urbano Santiago Sánchez, recibieron los títulos de propiedad a nombre de todos los ex posesionarios, que ahora pasan a ser legítimos propietarios de sus terrenos.

La gobernadora Mara Lezama Espinosa recordó que, para llegar a este acto de entrega de las escrituras, se tuvo que disolver la sociedad mercantil de participación estatal, Desarrolladora de la Riviera Maya (Derimaya), incluso se fincaron responsabilidades penales a las socias de esta empresa porque nunca rindieron cuentas claras sobre la regularización.  

La citada colonia nació de una ocupación de los terrenos que iniciaron pobladores al fundo legal de Playa del Carmen, a finales de marzo de 1994.

Con el tiempo se constituyó la Derimaya con acciones del Gobierno del Estado y la familia González Witt, quien reclamó que estos predios fueran de su propiedad.

Pero el negocio de escrituración no prosperó nunca, incluso hubo señalamientos de supuestas estafas, por lo que la Fiscalía General de Quintana Roo tuvo que intervenir y asegurar el edificio de la Derimaya, el cual finalmente quedó disuelto.

Ahora los habitantes de la colonia ya gozan de tranquilidad porque quedó inscrito su propiedad en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio.