Se fractura el Congreso
Faltaron 15 de 25 a la sesión de apertura del Primer Periodo Ordinario, entre ellas y ellos...
Faltaron 15 de 25 a la sesión de apertura del Primer Periodo Ordinario, entre ellas y ellos, cuatro de Morena. Como era previsible, tampoco PAN, PRD, PRI, MC ni MAS. Los 10 que llegaron no lograron el quórum. Asistieron cinco de Morena, los tres del Verde y dos del PT (Ana Pamplona, petista, se sumó a los cuatro morenos faltistas).
El quiebre se consumó. El show que vimos el martes 3 tuvo consecuencias partidistas, políticas, institucionales y legales, estas últimas en desarrollo según han anunciado desde el bloque quejoso; ese que exige el respeto de la ley orgánica vigente desde el pasado 15 de junio (no la de 1995) y el restablecimiento de los procedimientos, tumbando de entrada la Mesa Directiva –“espuria” le llaman paradójicamente– constituida ese mismo día.
Quienes gritaban al unísono el martes: “Es un honor, estar con Obrador”, están distanciados. No hay dudas ni más explicaciones. Cuentan que el miércoles por la tarde-noche se reunieron en la capital para afinar las estrategias, pero una llamada desde la dirigencia nacional provocó que algunos metieran reversa y no acudieran a la jornada de este jueves.
Ello quiere decir que obviamente no todos acatan las disposiciones de arriba y obedecen a otra líder. Como se ha especulado y visto en los últimos días, podría ser a la senadora Marybel Villegas, quien respalda la candidatura de Bertha Luján para la presidencia nacional del partido a disputarse en noviembre. Para mayor claridad: esa llamada de la actual dirigencia habría sido instruida o efectuada por Yeidckol Polevnsky, la ahora secretaria en funciones de presidenta y quien competirá con Luján. Es claro el motivo y quién obedece a quién.
Lo planteamos el miércoles en este espacio y hoy se reivindica: con un ambiente de incertidumbre y de inestabilidad en el régimen interior es imposible no solamente desahogar las tareas cotidianas o los planes legislativos, sino que el acto protocolario del informe del gobernador Carlos Joaquín no se concretará como fue previsto y la imagen de caos proyectada lógicamente perjudica al sistema en su conjunto. Quintana Roo, de hecho, está en boca de legisladores federales y gobernadores por la intentona de las últimas horas. Mala señal.
En ese contexto de pugnas gravitan los quehaceres de Morena: lo vimos con las polémicas de las Mesas Directivas en el Senado y la Cámara de Diputados. Lo que pretende el grupo ya minoritario de la XVI es muy similar a lo constatado arriba. Así no llegarán lejos.