Una medición confiable de que las cosas “andan bien” es la inversión. Los hombres y las mujeres del dinero saben dónde y por qué colocar sus recursos sin riesgos o que éstos sean mínimos. Cuando calificadoras crediticias, bancos o institutos advierten un panorama, son menos los aventurados. Pasa lo opuesto cuando abundan las oportunidades.

Un dato de que Quintana Roo está en un buen momento es la inversión extranjera directa, que durante el primer semestre fue de 309.3 millones de dólares, la más alta en 12 años y casi 35% superior a los 205 millones captados en el mismo periodo de 2018, según cifras del Instituto para el Financiamiento y Desarrollo (Idefin).

Anda bien, cabe resaltar, pese a todo; porque no es secreto que la imagen de México se ha deteriorado por la inseguridad; el recale de sargazo ha afectado al principal activo, y se ha incrementado la “guerra sucia” en otros destinos para intentar mermar la credibilidad del Caribe mexicano.

Frente a ello, el gobierno de Carlos Joaquín ha activado más 200 campañas de promoción internacional y más de 100 nacionales con el propósito de atraer a visitantes, pero también a inversionistas. Desde 2016 han visitado el estado más de 58 millones de personas que han dejado una derrama de casi 40 mil millones de dólares, lo cual representa más del 40% de todas las divisas por turismo que entran al país.

No solo se trata de Cancún-Riviera Maya: Cozumel ha logrado mantener su primer lugar nacional y regional en el arribo de cruceros, con un Mahahual que mira de cerca. En el mismo periodo (2016-2019) la isla donde gobierna Pedro Joaquín Delbouis recibió más de 18 millones de pasajeros en más de 4 mil 600 hoteles flotantes.

En tanto, el aeropuerto de Chetumal incrementó 79% el número de pasajeros, el mayor índice de crecimiento estatal, mientras el número de cuartos hoteleros construidos en Bacalar se ha duplicado, evidenciando la diversificación turística gracias a la planeación gubernamental y, por supuesto, a la confianza de quienes ponen su capital.

Lo anterior se refleja en otro dato positivo: la entidad sigue creciendo tres veces más que la media nacional y superó en 265% la meta de creación de empleos formales.

Entre 2019 y 2021 Quintana Roo captaría más de dos mil millones de dólares de inversión extranjera directa aun cuando habrá recortes presupuestales desde la Federación y posibles contracciones en el mercado mundial.

Otra vez: pese a todo, luce potente. Aunque el conformismo no debe ganar terreno.