Calidad
Evidentemente crecí en una época en lo que todo era hecho con calidad y nuestros padres nos exigían lo mismo.
Evidentemente crecí en una época en lo que todo era hecho con calidad y nuestros padres nos exigían lo mismo. La ropa, los juguetes, la música y todo estaba hecho para perdurar por la alta calidad que contenían las cosas. En el negocio del espectáculo la gente agradece y te hacer sentir muy bien. Deberíamos tener el hábito de mejorar mientras envejecemos. Toscanini decía que la música es buena o no lo es, y no es la opinión de nadie. Ahora todo mundo quiere éxito y fama, y hay que buscar trascender.
La fama no dura, ella viene y se va; pero la calidad permanece, ella siempre está ahí. Por ello incito a las nuevas generaciones que con calidad uno trasciende. Tan es así que estamos viviendo una etapa en el mundo de B2B (“back to basics”), volver a lo básico, a lo de antes. Covers de viejas canciones, rockeros consumados grabando swing, artistas de toda índole grabando boleros, cantantes jóvenes regresando a la época de las grandes bandas, motocicletas retro de los años 50, automóviles clásicos con partes originales, el buen vestir, los sombreros para ellas y ellos.
Entonces no es que haya cosas malas ahora, al contrario hay cosas muy buenas, pero todas son desechables y no tienen la calidad de las de antes. Ahora debemos usar la tecnología, pero sin descuidar hacer las cosas manualmente y prevaleciendo ante todo con mucha calidad. Sólo es cosa de dar ese paso extra, ese pilón en cualquier quehacer, sin importar a qué nos dediquemos y así las cosas que hagamos perdurarán y serán la mejor herencia que podremos dejar a los que siguen detrás de nosotros en el tiempo.
No significa que actualmente no se hacen cosas buenas, pero no a todas se les da el tiempo de cocción necesario. Lo rápido es efímero y lo que se hace a fuego lento es duradero. Nosotros los músicos podemos tener un nivel de lectura a primera vista muy alto, pero aunque lea una partitura a primera vista, tengo que dedicarle el tiempo para pulir las asperezas mismas de la ejecución, dejarla muy limpia, las dinámicas perfectas y disfrutarla mucho al interpretarla hasta poder jugar con el tema literalmente. Hasta la próxima semana.