Arte por el arte

Estaba observando el logotipo de la Metro Golden-Mayer. Aquel que hemos visto al principio...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Estaba observando el logotipo de la Metro Golden-Mayer. Aquel que hemos visto al principio de las películas con al famoso rugido del león, y observé la frase “ars gratia artis”, una expresión latina que significa el arte por la gracia del arte, el arte por el arte mismo o simplemente el arte por el arte.
Desgraciadamente, muchos colegas han desvirtuado esto llevando al arte a la ruina económica de muchos pudiendo hacer el patrimonio y sustento de todos.

En 1790, en el libro “Crítica del Juicio”, del autor y pensador prusiano Immanuel Kant, se hablaba ya del concepto de estética idealista en pleno romanticismo, y que se contrapone al realismo del arte como imitación de la naturaleza, e implícitamente, se inició una libertad del arte o artística, o simplemente la libertad del artista, análogamente a una libertad de expresión definida como una de las libertades proclamadas por la revolución liberal o revolución burguesa muy del Romanticismo como época artística.

El artista siempre se ha sentido incomprendido y casi siempre llevan formas de vida extravagantes o muy bohemias, por llamarles de algún modo.

A mí me encanta la bohemia, ver museos y ser muy artista, pero nunca me voy a pelear con el dinero y necesito ser lo suficientemente inteligente para hacer cosas que me dejen para comer muy bien, sin salirme de mi género, y que me permitan hacer cosas muy artísticas que me gustan, y que algunos no entienden ni tienen por qué entender.

No por ello dejo de hacer arte puro o realizo puros objetos utilitarios. No podemos los artistas hacer al arte por el arte sin pensar en la parte comercial, y que sólo pensemos en el aplauso que no nos paga las cuentas, ni paga nuestras obligaciones familiares, ni nuestra propia vida.

Cambiemos el paradigma de que del arte no se vive; ya que se vive y vive muy bien, pero cambiando nosotros primero nuestras propias ideas erróneas.

Dejemos de estar discutiendo con instituciones y volvámonos empresarios de nuestro arte y solo se necesitan ganas, y si no sabes cómo, habemos muchas personas que te decimos cómo. Que viva el arte. Hasta la próxima semana.

Lo más leído

skeleton





skeleton