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Hoy mi conciencia y el temor que me está embargando no me permite hablar de arte, cultura y música como casi siempre. Me da mucho gusto ver que la recuperación económica se va dando, aunque lentamente. Al mismo tiempo me entran sentimientos encontrados por lo que estoy viendo en la Zona Hotelera de Cancún. Dentro de los centros de hospedaje se ve a los huéspedes sin cubrebocas en el 85% del tiempo y solo al entrar a los centros de consumo lo usan y no correctamente; ya que o tienen la nariz al descubierto o de plano lo traen en el cuello. Obvio al entrar al centro de consumo, se sientan y se lo vuelven a quitar para ingerir sus alimentos. Y no se diga de las calles, que se ve a los turistas caminando sin ninguna protección y en los antros que están medio al aire libre no traen nada de protección en cuanto a cubrebocas y ni hablar de la sana distancia que es prácticamente nula. Debemos de proteger al turista que nos trae recursos para seguir en pie, pero no significa que le permitamos hacer lo que se le dé la gana y convertir esto en un Sodoma y Gomorra y que conste que no soy mocho ni me espanto de nada. Esta actitud de algunos prestadores de servicios de no decir nada a la aplicación de los protocolos sanitarios vigentes a nivel mundial, nos va a llevar a un retroceso inminente en el semáforo de riesgo epidemiológico al provocar una nueva ola de contagios que, aunque lo nieguen o no lo quieran ver, puede ocurrir sin mayor problema ya que están haciendo todo para qué suceda. Todo esto por bajar la guardia. Podemos traer turistas con reglas estrictas. Los mundialmente conocidos parques quintanarroenses están manejando sus protocolos de manera muy estricta tanto con los visitantes, como con sus colaboradores de todos los niveles. Es increíble como podemos convertirnos en corruptos en una situación así. Estamos matando a la gallina de los huevos de oro, y todo por no acatar las reglas. El COVID es una realidad y la manera de prevenirlo la conocemos todos y nos volvemos cómplices al no denunciar cuando las medidas no se están haciendo por parte de alguien, sea quien sea. Que tengan una semana maravillosa y cuídense mucho; ustedes ya saben cómo. Hasta la próxima semana.

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