Mario Rivero, el otro gallo

El panista chetumaleño Mario Rivero Leal es firme pretendiente a la alcaldía capitalina...

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El panista chetumaleño Mario Rivero Leal es firme pretendiente a la alcaldía capitalina, posición que persiguió en el proceso de 2008, cuando fue derrotado por el priista Andrés Ruiz Morcillo.

El Secretario General del PAN ha tejido fino y muy discreto, con dominio de la competencia en esos niveles donde los dados cargados son habituales. Pero Mario Rivero ya decidió lanzarse a la competencia interna en su partido, teniendo como adversario al diputado local Fernando Zelaya Espinoza.

Si el alcalde ex priista Luis  Torres Llanes decide abandonar la silla de la avenida Álvaro Obregón para ir a la conquista de la diputación federal, la competencia en el acuario blanquiazul estará definida.

El PAN ha cometido errores y ha acumulado expedientes indeseables, lo que debilita su modesta musculatura electoral. Por ello para su causa será obligado el lanzamiento de un gallo con espolones que haga frente a los desafíos en puerta en tonos moreno y tricolor.

Mario Rivero ya se desplaza decidido a capturar la candidatura a la alcaldía capitalina, aunque no cuenta con el respaldo del grupo dominante en su partido.

Y si Luis Torres decide participar como candidato a la diputación federal, el panismo ya tiene dos figuras muy activas, una de ellas malquerida.

El campamento Tricolor

Los priistas de la capital del estado siguen fuera de circulación por la conjuntivitis borgista que les causó el mayor daño de todos los tiempos. Pero la cercanía del proceso electoral debe obligarlos a salir de la madriguera, ya que son retadores naturales al cetro del ayuntamiento capitalino.

Deben tomar en cuenta que el othonense castigó al exgobernador Roberto Borge, impulsando a expriistas que aceptaron el respaldo del PAN y del PRD.

Un elevado porcentaje de priistas en rebeldía decidió votar por Carlos Joaquín González y Luis Torres Llanes, candidatos  a la gubernatura y la alcaldía capitalina.

En este escenario el PRI puede ser peligrosamente competitivo, pero tiene que lanzar una figura ajena a Borge.

Los partidos más competitivos no deben subestimar el poderío electoral de los habitantes del municipio capitalino, quienes expulsaron al PRI de la gubernatura y de la alcaldía que dejó vacante el desinflado priista Eduardo Espinosa Abuxapqui.

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