Más de cuatro mil viviendas sin drenaje en Cancún
Las colonias Jacinto Pat, Cecilio Chi y las regiones 220 y 227 de Benito Juárez, aún esperan contar con el beneficio.
Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- De acuerdo con estimaciones de las obras que realiza la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), suman más de cuatro mil viviendas sin drenaje en Cancún.
La Jacinto Pat; Cecilio Chi, en la 510, y las regiones 220 y 227, son cuatro colonias que esperan contar con dicho beneficio. El panorama es a mediano plazo para la 510, debido a que en 2014 la CAPA obtuvo recursos por 50.4 millones de pesos para Benito Juárez, para iniciar la red de drenaje en dichas colonias.
El primer paso fue la construcción del cárcamo, de acuerdo con Manuel Torres Muñoz, delegado de la dependencia en Benito Juárez e Isla Mujeres. Dicha obra concluirá en dos años y el costo total será de 80 millones de pesos.
El segundo proyecto quedará inconcluso, debido a que en una gran parte de estas colonias (220 y 227), el año pasado se inició con la pavimentación de la zona, sin considerar que las calles no contaban con el servicio de drenaje, y ahora la CAPA se ha visto limitada debido a que en una obra reciente no se puede abrir el asfalto hasta que se cumpla la garantía del mismo.
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Recurrieron a fosas sépticas
Vecinos de las cuatro colonias coinciden en que batallaron durante años por la falta de drenaje y desagüe; para dar solución a su problema, más común en áreas cercanas a lagunas o cenotes, tuvieron que construir fosas sépticas como si fueran cisternas, de más de tres metros de profundidad, y en otros casos, habilitaron un espacio para colocar el biodigestor o fosa séptica.
El costo de estos biodigestores varía entre cinco mil y ocho mil pesos, eso dependerá de la capacidad de 600 o mil 300 litros. Personal de una ferretería explicó que al mes se venden de cinco a 10 fosas, y las que más solicitan son las de mil 300 litros.
Un fontanero cobra cerca de 400 pesos por limpiar las fosas, sin embargo, Manuel Torres, previene a la población de no hacer dicha actividad, pues introducirse a estos depósitos pone en riesgo la vida.
“Hay quienes con el afán de limpiar la fosa se meten a raspar las paredes y hemos tenido casos en los que por los mismos gases que generan los desechos la persona se desmaya”, expresó.