Laboran 10 mil ambulantes ilegales en Cancún

Los vendedores declaran que el "patrón" cuenta con más de un permiso para la venta en la vía pública.

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Existen cientos de personas que llegan de diversas ciudades como Chiapas, Oaxaca y Tabasco para trabajar como vendedores ambulantes. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- “Carlos” es un vendedor ambulante originario de Chiapas, pertenece a un universo de 12 mil ambulantes en todo Cancún, según estimaciones del secretario general del Sindicato de Comerciantes en la Vía Pública de Quintana Roo, Carlos Manuel Dzib Balam, quien indica que de ese total sólo dos mil están legalizados.

“Carlos” es la punta del iceberg de una red de corrupción que se esparce por todas las calles de la ciudad. Relata que llega por temporadas a la ciudad, donde conoce a varios “patrones” que tienen en su poder más de un permiso para la venta en la vía pública. El permiso otorgado por el Ayuntamiento de Benito Juárez según las observaciones de la Dirección de Comercio en la Vía Pública que se pueden leer en la página oficial de Internet del ayuntamiento, se trata de un trámite personal, por lo que no se expedirá permiso alguno si el interesado no se presenta. Es decir, nadie puede tener más de un permiso y mucho menos otorgar el propio a un tercero.

“Carlos” se levanta todos los días y recibe una llamada donde su “patrón” le dice en que zona va a trabajar, lugar en el que se le entrega un cajón con chicles, cigarros, dulces y frituras, acompañado de un permiso de venta para no tener problema con los inspectores de Comercio en Vía Pública.

"Si cumplieron la meta mínima de venta les dan sus 100 pesos, si no, ni las gracias reciben".

Comienza su venta aprovechando las luces rojas para ofertar su producto a los automovilistas y los transeúntes, buscando cumplir con su meta mínima de 200 pesos para ganarse los 100 pesos diarios que su “patrón” le paga por lograr la venta mínima. A pesar de sobrepasar esa meta, él no recibe un bono extra.

Comenta que así como él, existen cientos más que llegan de diversas ciudades como Chiapas, Oaxaca y Tabasco y son subempleados por estos “patrones” que no dan domicilio para “contratación”. Son parte de una red que se comunica con un mensaje de un amigo a otro amigo sobre una oportunidad de trabajo.

Los migrantes que están en busca de un empleo y que llegan a oír de esta oportunidad se comunican a un número telefónico que guardan con recelo, el “patrón” les da una dirección de venta y los ve ahí para hacerles entrega desde temprano de su cajón de productos y su permiso de venta. Lo vuelve a ver hasta que se oculta el sol para recoger el cajón con productos, el permiso y el dinero recaudado, si cumplieron la meta mínima de venta les dan sus 100 pesos, si no, ni las gracias reciben.    

El Artículo 123 constitucional indica que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; sin embargo también indica que debe existir un contrato de trabajo para este hecho. Esto deja desamparados a los 10 mil ambulantes que laboran en la ilegalidad en Cancún, ya que al carecer de un contrato no reciben el apoyo jurídico de instancia alguna.

Dzib Balam asegura que esto es sólo una parte del gran problema del ambulantaje ilegal y la explotación que ejercen estos “patrones” aprovechando la necesidad de la gente.

Ali César Euan Blanco, director de Comercio en la Vía Pública aseguró que en un mes se tendría listo el padrón real de ambulantes en Cancún, a poco menos de dos meses de entregar la administración, señala que no se ha podido realizar un censo real durante toda la administración porque algunos líderes sindicales de vendedores ambulantes dan números más elevados de los que realmente son.

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