Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Con la mirada hacia el oeste, la efigie de Lázaro Cárdenas del Río, representa para los nativos quintanarroenses la restauración de Quintana Roo como territorio federal y sentó las bases para la conformación de estado.

También te puede interesar: Obelisco, un homenaje a los Símbolos Patrios

Ubicada sobre el Boulevard Bahía en Chetumal, es uno de los monumentos más importantes en la ciudad. La escultura, ubicada sobre una glorieta, muestra la figura de un hombre erguido y en su base se observa la forma geográfica del estado. 

Es uno de los monumentos con mayor mantenimiento, al menos en pintura, por encontrarse en el Bulevar Bahía y muy cerca del Congreso del Estado. (Foto: Alejandra Carrión/SIPSE).

“Si el voto popular me favorece, les prometo que reinstauraré el territorio federal de Quintana Roo”, palabras de campaña presidencial que quedaron plasmadas al pie de su monumento.

Lázaro Cárdenas fue presidente de México de 1934 a 1940, y encabezó la reincorporación de Quintana Roo como entidad federativa el 16 de enero de 1935.

En los alrededores del monumento se encuentra una plaza despejada, se conoce normalmente como la “Glorieta de Lázaro Cárdenas”, donde cada 16 de enero, se conmemora el aniversario del estado como entidad federativa.

Este año, se celebró el 83 aniversario de la reincorporación del estado como entidad federativa, y según la casa del cronista en Chetumal, la historia se remonta a los hechos históricos sobre los inicios de los asentamientos humanos en Payo Obispo (hoy Chetumal), así como la creación y desintegración del Territorio Federal de Quintana Roo, y los principales movimientos que realizaron los ciudadanos integrantes del Comité Proterritorio para que se reincorporara.

Una vez que fue establecido Payo Obispo, se inició la construcción de una identidad singular y multicultural que le dio una fisonomía propia al pueblo; en 1904 contaba con 248 habitantes, de los cuales 186 eran de origen beliceño, pero sólo 50 descendían de yucatecos, y de ellos solamente 38 hablaban inglés.

La efigie de Lázaro Cárdenas del Río, se encuentra de espaldas al Boulevard Bahía y mira de frente a hacia el oeste. (Foto: Alejandra Carrión/SIPSE).

Según está registrado en la historia, el 24 de noviembre de 1902 el presidente Porfirio Díaz fundó en la parte oriental de la Península de Yucatán el Territorio Federal de Quintana Roo. Posteriormente, el 10 de junio de 1913, por decreto del presidente Venustiano Carranza fue reintegrado a Yucatán.

Más adelante, el mismo Carranza, mediante un decreto del 28 de junio de 1915, le devolvió su condición de Territorio Federal. Sin embargo, tiempo después, el 14 de diciembre de 1931, por decreto del presidente Pascual Ortiz Rubio, fue desintegrado y repartido entre Campeche y Yucatán.

El 16 de enero de 1935 el Diario de Oficial publicó un decreto emitido por el presidente Lázaro Cárdenas mediante el cual se creó nuevamente el Territorio Federal de Quintana Roo. Así siguió hasta que el 8 de octubre de 1974, por decreto del presidente Luis Echeverría Álvarez, se convirtió en Estado Libre y Soberano de Quintana Roo.

En agosto de 2015, los chetumaleños y en entonces cronista Ignacio Herrera Muñoz, criticaron que trabajadores del Ayuntamiento de Othón P. Blanco removieran su pintura a base de martillazos, quienes además pusieron en riesgo la integridad de la escultura que es parte del patrimonio histórico  y cultural de Chetumal.

Sin duda, el monumento de Lázaro Cárdenas, evoca la gratitud de los payobispenses a la palabra cumplida que un ilustre personaje de la vida nacional realizó, haciendo resurgir a Quintana Roo como territorio hace 83 años.

Anteriormente, su pintura siempre fue en color oscuro o grisáceo, pero en 2015 el ayuntamiento pinto la mayoría de las esculturas en la capital del estado en color cobre, con el cual permanece a la fecha. (Foto: Alejandra Carrión/SIPSE).

Numeralia:

Cada 16 de enero, se conmemora frente a su monumento el aniversario de la reincorporación de Quintana Roo como entidad federativa.

El pasdo 21 de julio de 2016, mientras en el Congreso del Estado aprobaba el “blindaje a Borge”, el monumento fue el escenario de una batalla campal entre ciudadanos y policías estatales.