Como en la sangrienta Conquista con espadas españolas, priistas y demás personajes se perfilan como los nuevos propietarios de candidaturas de Morena en Quintana Roo, un partido que luce como tierra virgen para ocupar con su sola presencia, impresionando a temblorosos pata rajada.

El ex rector de la Universidad de Quintana Roo y ex candidato moreno a la gubernatura, José Luis Pech Várguez, es de los contados políticos con trayectoria y argumentos en el partido controlado a distancia por Andrés Manuel López Obrador.

Morena es el partido a vencer en los comicios del próximo tres de junio, cuando serán disputadas 11 alcaldías, dos senadurías en fórmula y cuatro diputaciones federales. El vigor de este partido en pañales lo aporta su inminente candidato presidencial, El Peje, quien como candidato a la silla embrujada ha triunfado aquí en 2006 y 2012.

La fortaleza del partido cobrizo contrasta con la acentuada debilidad del PRI, PAN y PRD, partidos que no pueden plantarse a estas alturas como opciones atractivas en lo global. En el cuartel priista les siguen impactando los expedientes del saqueo a lo bestia, con nombres satanizados por la opinión pública.

Los primeros priistas conversos al morenismo serían los chetumaleños Eduardo Ovando Martínez y Efraín Taleno Canul, pero está en veremos el desembarco del diputado federal priista José Luis Toledo Medina y del ex Secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti Loría, ambos duros aspirantes a la candidatura mayor que quedó en manos del derrotado Mauricio Góngora Escalante.

El ex panista Luis Protonotario Sabido es inminente moreno y hay quien asegura en tierra azteca que será candidato a la alcaldía capitalina, con todo para instalarse en la silla que ocupa el no priista Luis Torres Llanes.

Hasta Jesús Pool Moo ha sido mencionado en la alineación de Morena, luego de renunciar a la subsecretaría de Gobierno en la zona norte. Su instante de fama lo tuvo el ex diputado local con su renuncia, ya que el joaquinista permanecía instalado en el confortable anonimato.

Los conquistadores españoles y portugueses desembarcan y seguirán desembarcando –quizá venga en camino la ex delegada de la Sedesol, Marybel Villegas Canché–, contemplados por los aborígenes de piel morena que los reciben como dioses emplumados dignos de culto y candidaturas a su antojo.