Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Una enfermedad transmitida por las garrapatas ocasiona que seis de cada 10 perros presenten daños metabólicos severos, hasta causarles la muerte.

La “erliquia” en una bacteria que es transmitida por dichos parásitos y que si no se controla a tiempo causa mucho daño en el organismo del can.

Comienza con una picadura de una garrapata y no es necesario que la mascota esté llena de estos parásitos, pero si una está infectada, se va transmitiendo de perro en perro, explicó Enrique Corona Trujillo, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios en Quintana Roo.

Esta enfermedad aumenta en zonas tropicales y de mucha humedad, y poco a poco va causando mucho daño en la salud del animal, comentó. 

Cuando el can está infectado comienza con una disfunción metabólica, los órganos empiezan a presentar lesiones. 

“Como es silenciosa, las personas no se dan cuenta a simple vista que su mascota está enferma, hasta que presentan daño renal, petiquias en todo el cuerpo, derivado a que diminutos vasitos estallan, la sangre se diluye hasta ocasionar sangrados permanentes causando, incluso, infartos y la mascota fallece”, explicó el veterinario.

Esta enfermedad es crónica y sólo se controla; el índice de diagnóstico es muy alto, hay quienes llegan con apenas iniciado el problema, se controla con baños adecuados y evitando que tenga garrapatas. 

Cuando inicia la enfermedad es muy sencillo controlarla, y el perro mejora su calidad de vida. Desde que son diagnosticados hasta que la enfermedad daña todos los órganos pasarán más de 10 años y es hasta que la mascota se enferma y sus defensas bajan cuando la “erliquia” se aprovecha y gana terreno, por ello, se recomienda que no estén en descuido y que vayan a su consulta al menos dos veces al año.