Irving Canul/SIPSE
COZUMEL, Q. Roo.- Con un lleno como nunca antes se había visto en la iglesia de Corpus Christi, se celebró la misa de cuerpo presente para despedir al empresario Fausto Nassim Joaquín Ibarra, ayer por la tarde, donde sus hijos, nietos, sobrinos y amigos se dieron cita.

El fallecimiento del conocido y apodado de cariño “Tatich” reunió a personalidades de la política estatal, municipal y de la vida pública que fueron llegando en medio de una tarde que será difícil de olvidar.

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Durante la celebración eucarística el obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, conminó a seguir el ejemplo de vida que don Nassim Joaquín tuvo, pues además de su visión empresarial, le caracterizó su lado humano, sencillez, acciones altruistas, el amor por la tierra que le vio nacer y sus habitantes.

Presidentes municipales, algunos funcionarios en activo, familiares, entre ellos sus hijos, el gobernador electo, Carlos Joaquín González, y Addy Cecilia y Pedro Joaquín Coldwell, quienes participaron en la misa de bendición orando por el eterno descanso de Don Nassim, con el coro de fondo, que para la ocasión se dispuso en Corpus Christi.

En una iglesia adornada con coronas de flores, había, además de familiares, amigos y personajes del ámbito empresarial y político, empleados de sus empresas acompañándole con el respeto que se ganó a lo largo de los años.

Mensaje de Pedro Joaquín

Al hacer uso de la palabra, su hijo Pedro Joaquín Coldwell, actual secretario federal de Energía, realizó la lectura de un discurso que permitió compartir experiencias íntimas y personales de la relación que llevaban en familia, mencionando, por ejemplo, que su padre no quería que él se dedicara a la política, pero una vez que fue gobernador, le pidió que fuera un buen gobernante.

Las anécdotas y palabras para recordar al ser querido se extendieron por casi 20 minutos, tras las cuales los asistentes aplaudieron para encaminarse al cementerio municipal ubicado en el centro de la isla, donde el sepelio fue totalmente en privado, al que solo asistieron miembros de la familia y algunos amigos allegados al empresario.

Desde afuera se observaban decenas de coronas de flores, trascendió incluso que las flores en la ínsula se habían agotado pues en su totalidad fueron adquiridas para la ocasión. 

A la salida, los deudos recibieron condolencias y abrazos de todos los que llegaban a despedir por última vez al pionero de muchas actividades para la isla, para retirarse en medio de un discreto dispositivo y permitir que la familia se retire del lugar sin mayor contratiempo.