Redacción/SPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Cuatro muertos fue el saldo de un ataque a balazos en la coctelería denominada 'El Gordo', hasta donde arribó un comando de hombres armados y abrió fuego contra las personas.

Fue aproximadamente a las 7:30 de la noche, cuando un par de sujetos que descendieron de un automóvil y desde la acera dispararon contra los empleados y clientes del mencionado negocio, ubicado sobre la avenida Talleres, en la Región 103.

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Cuando cesaron los disparos y después de la estampida de clientes, en el piso quedó el cuerpo del mesero Rodrigo N, y su compañero identificado como Armando N, ambos de 23 años de edad.

Mientras que metros adelante se encontraba el cuerpo del cliente Edin Cordero, de 45 años, sin signos vitales, pero a su costado se encontraba, Erick N, de 23 años, quien se encontraba herido, fue trasladado al Hospital General por paramédicos de la Cruz Roja, donde murió minutos después.

En tanto policías acordonaron el lugar, mientras entrevistaron a los testigos quienes dijeron que los hombres armados gritaron que son del Cártel de Jalisco, para después darse a la fuga.

Posteriormente arribaron peritos criminalistas, quienes levantaron una veintena de casquillos percutidos para arma AR15 y finalmente trasladar los cadáveres a la morgue para los trámites correspondientes.

Ladrón de celulares ataca de nuevo

Ciudadanos revelan un nuevo golpe de un conocido ladrón de celulares en locales comerciales de la ciudad.

En un nuevo video difundido a través de las redes sociales, se ve al hombre entrar en una agencia de autos, dirigirse a la empleada de recepción, con quien platica por unos instantes, al parecer pidiendo informes. Esto ocurrió el día de ayer, pasadas las 18 horas. 

Luego, la empleada se retira de mostrador, momento en que el sujeto, vestido con una camisa de manga larga en color azul claro y jeans en azul oscuro; toma lo que parecer ser un teléfono celular, guardándoselo en el bolsillo del pantalón, para después retirarse tranquilamente.

A diferencia de otros casos, en este hay gente alrededor del mostrador de recepción de la empresa, pero ninguno logra percatarse del momento en que el presunto delincuente toma el artículo.