En la zona maya de Felipe Carrillo Puerto, un número significativo de mujeres son víctimas de violencia familiar, pero la falta de denuncias y el perdón a sus agresores son lamentablemente una realidad arraigada.

De acuerdo con datos del Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM) municipal y el Centro Integral para la Atención de la Mujer (CIAM), en lo que va del año, las más de 30 mujeres, que han atendido, menos del 50% aceptan llevar los trámites hasta el órgano de procuración de justicia, la otra parte desiste de ello.

Elda Ramírez Salazar, delegada del IQM en Carrillo, resalta que estas mujeres han normalizado las agresiones, considerándolas parte de su relación y, en muchos casos, justificándolas “normal”, sin que alcen la voz, expresen lo que están pasando y vivan en un violento silencio.

Afirmó que la arraigada presencia del machismo en el entorno social, considerado parte de las costumbres y educación recibida, lleva a estas mujeres a aceptar la inferioridad ante los hombres, incluso cuando son víctimas de abusos, psicológicos, económicos, físicos y hasta sexuales.

“El machismo está insertado en el entorno social, considerado parte de sus usos y costumbres. La educación que les brindaron sus madres trata de inferioridad ante el hombre, respetarlos pese a que ellas sean 'pisoteadas'. Por eso, son pocas las que se atreven a alzar la voz”, afirmó Ramírez Salazar.

Mujeres de la zona maya sufren en silencio la violencia familiar / (Foto: Jesús Caamal)

Cruz Centeno Hidalgo jefa del CIAM destacó que, aunque algunas mujeres se atreven a iniciar el proceso de denuncia, muchas terminan por arrepentirse durante el trámite formal. A menudo, el perdón y la aceptación de lo sucedido prevalecen, incluso cuando existe la posibilidad de volver a ser víctimas.

“A pesar de los esfuerzos constantes del IQM y el CIAM en realizar actividades de concientización, talleres, y brindar atención personalizada en áreas jurídicas y psicológicas, muchas mujeres no logran liberarse del ciclo de violencia”.

Sostuvo que, a pesar de los desafíos, persisten en su misión de concientizar y brindar apoyo a estas mujeres, pero queda claro que la lucha contra la violencia familiar en la zona maya de Felipe Carrillo Puerto es un desafío constante que requiere una atención integral y continua.