Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Grupos de mujeres de comunidades rurales del municipio de Bacalar, que desean crear sus propias fuentes de empleo para impulsar la economía de sus familias, se ven limitadas a ingresar a programas federales de subsidio ante los requisitos que consideran difíciles de conseguir dadas sus condiciones económicas.

Aseguran que se les dificulta obtener la clave de Unidad de Producción Pecuaria (UPP) y una cuenta bancaria, lo cual se ha convertido en una limitante para que puedan ser tomadas en cuenta en los programas de subsidio que lleva a cabo el gobierno federal, a través de las diversas instancias y programas.

En la comunidad de Isidro Fabela, un grupo de amas de casa intentó conformar una agrupación para trabajar una granja porcina, pero ante los primeros requisitos tuvieron que frenarse, pues les exigieron una cuenta bancaria y la UPP, señaló Elisa Poot Chablé, quien mencionó que buscan el patrocinio gubernamental, porque no cuentan con recursos para iniciarlo por su propia cuenta.

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No obstante, tal requisito resulta indispensable para llevar un control sobre los animales que sirven para producción, llámese bovino, porcino, vacuno, etc., cuya propiedad tienen que demostrar los productores con facturas, pues uno de los objetivos de tal procedimiento, es asegurar a los animales que están sujetos a apoyo.

Arcadio Ay Castillo, director de Desarrollo Social del ayuntamiento, aseguró que quienes desean conformar una empresa colectiva, deben tener algunos animales en pie de cría para ser sujetas a apoyo por parte del gobierno federal, pues para poder solicitar la UPP ante el Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (Siniiga), se les pide que comprueben la propiedad de los animales.

Dijo que a través de esta clave, se busca mantener un control sobre el inventario ganadero local, pues es una especie de registro con la que cuenta cada rancho, cuyos animales deben estar documentados con aretes y antecedentes de origen, de modo que cuando se hace algún movimiento, se da de baja de un rancho y se pone de alta en otro.