Música clásica más cerca

Que si esa música me duerme, que si es aburrida y así un sinfín de mitos que no son reales.

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Que si esa música me duerme, que si es aburrida y así un sinfín de mitos que no son reales. Debemos acercar a la gente a la música clásica o música de concierto. Hay demasiado repertorio que es una delicia escuchar. 

La llamada música clásica, a menudo considerada elitista, ha estado asociada durante mucho tiempo a la imagen de grandes teatros con suntuosos candelabros y asientos de terciopelo. 

La Ópera Estatal de Viena, el Royal Albert Hall de Londres, el Berliner Philharmonie en Berlín, el Carnegie Hall en Nueva York, entre otros, son algunos ejemplos.

Pero existen lugares en Cancún donde los amantes de la música pueden escucharla mientras disfrutan de una copa de vino, taza de té o café. 

O bien cada mes en un teatro de la zona hotelera pueden escuchar a una orquesta sinfónica interpretar obras.

Así que lugares si hay, y lo que nos falta es el deseo real de acercarse a este tipo de actividad. 

En ocasiones rompemos la delgada línea que divide al arte del entretenimiento. No es lo mismo, se los aseguro.

Mi amigo, el pianista Ricardo Corona, tiene un proyecto llamado Veladas Musicales (ya he comentado aquí sobre él), donde cada sábado presenta un repertorio con el piano como invitado principal, y en ocasiones acompaña a cantantes u otros instrumentistas, con un nivel muy alto. 

En ocasiones los músicos sólo queremos que alguien nos escuche, al final, preferimos una audiencia pequeña que realmente venga a escuchar, en lugar de tocar en una sala grande.

Comenta la historia que el compositor austriaco Franz Schubert, organizaba las “schubertíadas” (nombre que se le bautizó en el año 1821 a las reuniones de Franz Schubert con sus amigos), y que consistían en encuentros musicales privados y amistosos. 

Schubert era un artista que rara vez actuaba en grandes salas de conciertos. Invitaba a menudo a amigos a su casa con los que tocaba música de cámara, con toda sencillez, de manera relajada, especialmente cuando presentaba sus nuevas obras. 

Yo siempre he dicho que tener una bohemia donde conviva uno con los amigos que nos escuchan es un regalo de los dioses. Debemos acercar la música a la gente, pero también la gente debe poner de su parte ¿Qué opinan? Hasta la próxima semana.

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