El pastor de tendencias

En redes sociales cunde la novedad y el encanto como elementos distractores de la atención...

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En redes sociales cunde la novedad y el encanto como elementos distractores de la atención. Tan fácil como una #fakenews, el interés del “pueblo bueno” se mueve como una veleta durante un huracán… pero como es de esperarse, de tanto viento termina arrancada del techo.

Hoy en día la estrategia de comunicación de cualquier instancia de gobierno o ente privado tiene en cuenta a las redes sociales no sólo como fuente de comentarios o tendencias de cambio, sino como una pista para saber de qué lado “tirarle” para distraer al público de lo que no queremos que se entere. Magro mercadólogo sería aquél que no reconozca el poder distractor de un buen hashtag de comedia.

Las tragedias como #Minatitlán crean tendencias orgánicas gracias a la indignación por un hecho terrible, humano y verdadero, pero al tiempo crean otros más cómodos para el poder, más disonantes y llamativos con el fin de desviar la atención de los usuarios hacia temas relacionados, logrando en el mejor de los casos banalizar el origen.

Pero hay ocasiones en que las hashtags distractores no funcionan sino que ahondan la indignación y cuestionamientos hacia el poder, entonces ¿qué se hace? Simple: entrarle al quite y participar muy activamente en la tendencia “madre” hasta romperla ya sea con A) cansar al usuario con tanta información como sea posible hasta aburrirlo de seguir el trending topic, o b) saturar la búsqueda del hashtag con chistes u otros temas para que el usuario lo califique como basura.

Es necesario tener en mente esta situación de redes sociales pues, nos guste o no, todos los días estamos expuestos a los intereses del poder en el timeline. Los trending topics no son únicamente santo y obra del poder de los usuarios, son un campo de batalla monitoreado hasta el cansancio para influir en la mente colectiva de una sociedad cada vez más susceptible a las tendencias invisibles de internet.

Fobias transexenales

El presidente @lopezobrador_ pidió a Facebook y Twitter “tener ética” para combatir a los bots, trolls, shadow users y demás fauna que contaminan las redes sociales… desde que son redes sociales. Tristemente, la petición del presidente demuestra que sus asesores no le han informado de un pequeño detalle: Facebook, Twitter, Instragram y Google con sus productos, son empresas privadas, y por ende no tienen la obligación de “limpiar” sus plataformas bajo sus reglas.

Esa obligación, deberían decirle al presidente, corresponde a quienes contratan campañas de publicidad en internet, de quienes financian redes de seguidores para llenar el timeline de mensajes afines al poder y sus allegados.

De nuevo, parece que en Palacio Nacional sigue la idea transexenal de ver con malos modos al mensajero, y no al mensaje.

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