Redes del pasado

Las redes sociales son lo de hoy, pero sus bases están no en el futuro, sino en el pasado...

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Las redes sociales son lo de hoy, pero sus bases están no en el futuro, sino en el pasado. Su innegable aporte a la comunicación, difusión y popularización de los temas más disímbolos pasa ahora por un “boom” impresionante, pero todo tiene un límite.

De tu tiempo hacia acá, las redes sociales son ya intrínsecas de la vida digital: internet no se concibe sin Twitter, Instagram o Facebook, al grado que casi todos tenemos una cuenta en esas redes sociales, poco o no muy activa, pero el caso es “estar ahí” para cuando surja algo para lo cual nos sea útil; una visión extraña, pero totalmente válida para una sociedad como la cancunenses, que vive muy apegada al trabajo, sin demasiado tiempo para explotar temas en las redes: sólo vemos las tendencias, y únicamente las que suenen a chisme.

Esta visión, válida, conlleva una consecuencia negativa para los ciudadanos digitales: nos tienen con ambos pies en el pasado. La gracia, chiste o razón de ser de las redes sociales (en su concepción primigenia) estaba en la oportunidad, en la oportuna difusión al momento de los acontecimientos más variados, hecho por el cual los medios de comunicación adoptaron gustosos esta vía. Sin embargo, ahora casi todas las redes viven de la nostalgia de sus usuarios o de sus viejas glorias.

Las redes son el presente, fueron el futuro, y terminarán siendo el pasado porque nosotros las estamos volviendo en el repositorio de nuestros recuerdos, en nuestra agenda de noticias, chismes, memes y disputas pasadas, en lugar de enfocarlas a la construcción de una nueva realidad.

Cierto, todo lo que sube tiene que bajar y las redes sociales un día serán historia, sin embargo, estamos desaprovechando la vida que les quedan, perdemos la oportunidad de usarlas propositivamente al enfocarnos únicamente en ver “qué pasó”, en lugar de “qué está pasando”; a emplearlas como un canal de diversión más (para eso está YouTube) olvidando que a través de las redes sociales podemos crear e informarnos con visión de futuro.

Podemos ver “en vivo” esta situación de la mano de los influencers, que cómo ya hemos dicho, están perdiendo influencia porque no han sabido evolucionar: muchos quedaron anclados en su contenido de hace cinco, diez años y poco a poco eso los lleva a retirarse de la vida pública. Este triste proceso también lo vivimos los “usuarios de a pie” cuando casi sin darnos cuenta, dejamos de usar alguna de nuestras redes sociales “porque ya nos aburrió”: le perdimos la gracia porque no supimos cómo usarla más allá de ver memes y hashtags chistosos.

Todo tiene un ciclo, cierto. Las redes sociales darán su lugar al próximo invento digital y serán una página más de la historia de internet, pero está en nosotros evitar que terminen como Google+… recordadas sólo por los geeks.

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