Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El problema del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se agrava cuando los padres niegan el diagnóstico de sus hijos y los escudan diciendo que son niños índigo, una clasificación que le dan a un cierto tipo de infantes con problemas de hiperactividad y atención y se les considera como diferentes y especiales, explicó Antonio De la Llave Trejo, especialista en neurociencias y neuroactivación.

 “Desde hace un tiempo a la fecha se detecta a estos niños con este trastorno pero que algunos son detectados con capacidades especiales, sin embargo esto ha creado confusión y en algunos que sí tienen TDAH, el problema se acrecentará, pues al no recibir tratamiento oportuno los niños son rechazados por sus mismos compañeros, su autoestima se va dañando, son rechazados de varios colegios a la edad de seis años”, dijo el galeno.

Comentó que 60% de niños con TDAH no reciben atención oportuna por la negación de los padres al reconocer que sus hijos presentan problemas de atención.

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Por ello, es necesario que padres de familia desde casa supervisen las actividades de sus hijos, qué hacen, cómo lo hacen, qué tiempo dedican a cada cosa, si se distraen con facilidad, si no pueden estar quietos en lapsos cortos de tiempo, pues es probable que sin saberlo tenga síntomas del trastorno.

Tratamiento cerebral 

De la Llave Trejo ofreció un taller de neurociencias  aplicadas al TDAH y la neuroestimulación en el auditorio del Hospital Galenia, ante más de 20 personas entre médicos y público en general, habló de la importancia de que estos pacientes reciban un tratamiento farmacológico y lo acompañen con entrenamientos cerebrales que ayudan a corregir las frecuencias neurológicas para que el infante tenga entrenamiento cerebral y aquellos que sean sometidos con ambos tratamientos el resultado se verá desde las primeras seis sesiones.

Para Agustín Novas Valdez, neuropediatra del sector Salud, estos niños tienen afectadas una serie de funciones cerebrales, como la capacidad de fijar la atención, medir las consecuencias y elaborar juicios sociales debido a que existe en ellos un problema madurativo cerebral.

Va más allá 

“Lo que uno ve con un niño distraído va más allá de sólo distracción, debido a que les fallan las funciones neurológicas superiores interfiriendo directamente con el proceso educativo”, dijo.

El problema más grave para estos niños que no son tratados adecuadamente es que en consecuencia, durante su adultez presentarán problemas de autoestima, fracaso en el ámbito laboral, inestabilidad familiar y adicciones.