De un momento a otro tendrá que ser detenido Eliezer Reyes Chaidez, la presunta hiena que hasta este domingo fungió como director del Cereso de Chetumal y que fue denunciado por internas del penal por supuestamente mantenerlas amenazadas de muerte, hacerlas pelear entre ellas y hasta ultrajarlas, en complicidad de la también reclusa y al parecer su querida, Yanze Rodríguez.

Grupos de defensa a la mujer se están uniendo para manifestar su indignación en Chetumal, a fin de que el ex funcionario sea encarcelado y con el objeto de que se brinden plenas garantías a todas y cada una de las féminas que están presas en esa cárcel.

Esta es una clara señal de la podredumbre que persiste en el estado y que, lejos de ser combatida, pareciera que crece y hasta se incentiva con el nombramiento de este tipo de gañanes, que en este caso se mantuvo apenas siete meses en el cargo y operó con total impunidad, sometiendo a las presas y aprovechando su aislamiento.

Un castigo ejemplar es el que demanda la sociedad quintanarroense, especialmente el sector femenil, una sanción que siente un precedente para que los próximos alcaides la piensen bien antes de cometer este tipo de bajezas, de abusos que rebasan cualquier límite.

Este delito causó un estruendoso escándalo que rebasó las fronteras estatales, gracias a que una de las internas tuvo la habilidad de “robar” el teléfono móvil a la tal Yanzé, grabar sus denuncias y subirlas a las redes.

Sólo así se pudo conocer lo que ocurría detrás de esas paredes, en donde pueden cometerse este tipo de atropellamientos sin que nadie se entere, en un inframundo al que son llevadas y sometidas estas mujeres (y hombres también).

Pero además, la Secretaría de Gobierno debe dar una explicación clara y convincente, porque de esta área fue de donde surgió la elección de Reyes Chaidez como alcaide, de este personaje que presuntamente actuó como hiena, como un maniático que deberá ser puesto ante la justicia en las próximas horas.

La denunciante además acusó de amenazas de muerte a Yanze, quien las sometía asegurando que las mataría haciendo parecer su deceso como suicidio o víctima de un incendio en su celda. “Yanze golpea a las mujeres, las viola y yo temo por mi vida”, dijo.

Aseguró que dentro de la cárcel viven una situación de terror.

Y mientras, del otro lado del muro, nos hacen creer que existe un cambio.