Para contener la ola criminal que azota a Quintana Roo de norte a sur, enviando un contundente mensaje a los delincuentes, la Fiscalía General del Estado debe mostrar mano dura en cada oportunidad, aplicando la ley con rigor ejemplar para disuadir a quienes pretendan cometer delitos tan infames como el secuestro.

Pero el Fiscal General, Miguel Ángel Pech Cen, hizo una preocupante declaración tras el rescate de una muy querida maestra jubilada chetumaleña –secuestrada con lujo de violencia mientras trotaba en el bulevar Bahía–, asegurando que no fue víctima de secuestro, sino de privación ilegal de la libertad.

Chetumal fue una de las capitales que permanecieron al margen de delitos como el secuestro, de ahí que la reacción de la población haya sido de temor e indignación, ya que es amenazado lo más preciado que preservamos: la seguridad de nuestras familias, habituadas a disfrutar cada zona de nuestra deliciosa capital caribeña.

El Código Penal de la entidad la privación ilegal de la libertad es considerada un delito menor, que no amerita un castigo mayor a tres años de prisión, mientras que el secuestro según sus agravantes tiene penas que van de los 25 años de cárcel a la cadena perpetua.

Por eso llama la atención la reacción de Miguel Ángel Pech, quien abre la puerta para que los secuestradores hagan de las suyas pagando un precio muy bajo por sus fechorías, al etiquetar el secuestro como una simple travesura.

La actitud del Fiscal se torna aún más incomprensible cuando el propio gobernador Carlos Joaquín González ha sido enfático en exigir un combate frontal a la delincuencia y a la impunidad en reiteradas ocasiones.

No debemos olvidar que aún hay una mujer secuestrada en el sur del estado de la que no se sabe nada desde hace una semana, por lo que el secuestro es una plaga que hay que erradicar sin contemplaciones.

                                                    Carlos Joaquín y la juventud

El titular del recién nacido Instituto Quintanarroense de la Juventud, Fernando Méndez Santiago, presentó esta semana la convocatoria para integrar el primer Consejo Estatal de la Juventud, paso fundamental para consolidar el proyecto del organismo.

La tarea luce como un reto monumental, pues la atención a los jóvenes nunca ha sido prioridad para los gobiernos a pesar de que son cerca del 45 por ciento de la población del estado. De su labor dependerá en gran medida la justificación de la creación de este nuevo instituto, una interesante apuesta del gobierno de Carlos Joaquín González.