Pedro Olive/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Hoy se cumplen dos semanas desde la desaparición de los cinco pescadores isleños que partieron al mar con el fin de pescar tiburones; su arribo se esperaba para el transcurso de la tarde; sin embargo, no fue así, desde entonces no se tienen noticias de los habitantes de la ínsula.

“Ellos salieron como ya es costumbre un miércoles al mediodía, después de estar con nosotros, mi esposo se despidió, le dimos su bendición y partió para buscar el alimento de la casa, sin imaginar que no regresaría”, comentó Zuleyma Medina, esposa de uno de los pescadores desaparecidos.

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El tiempo que los pescadores permanecían fuera de casa era de 24 a 26 horas aproximadamente, es decir, su regreso se esperaba para el jueves 31 de marzo, cerca de las 14 horas, máximo 19, cuando había complicaciones en el mar, con previo aviso de los tripulantes, que llevaban radio de comunicación y sus teléfonos celulares, comentaron familiares.

En cuanto al uso de los celulares, las esposas y parientes cercanos, refieren que el miércoles tuvieron conexiones por la tarde-noche a través de la aplicación Whatsapp, y sólo uno, sin especificar quien, registró su última conexión el jueves, cuando debían regresar al embarcadero.

Hasta ahora aún con los operativos que se han implementado, las búsquedas no han resultado favorables, pues no se tiene registro alguno de restos de la embarcación, insumos que llevaban, aceite del motor, gasolina, o chalecos salvavidas que los lleve al paradero.

Las esposas e hijos de los cinco náufragos aún mantienen la esperanza de verlos regresar con vida, debido a las nulas señales que tienen de la embarcación, prendas o insumos que llevaban para la travesía, que hasta ahora no tiene regreso.

Cabe destacar que la búsqueda oficial por parte de los elementos de la Quinta Región Naval, que pertenece a la Secretaría de Marina inició dos días después de la desaparición, es decir el sábado, aunque fue la mañana del viernes cuando familiares notificaron a Capitanía de Puerto y posteriormente a la institución federal. 

Desde la desaparición, familiares se mantienen día y noche en el muelle de la cooperativa Patria y Libertad, a la que pertenecen los pescadores isleños.