La prejuiciosa FIFA
La FIFA es un organismo contradictorio, conservador y mafioso, oportunista y prejuicioso...
La FIFA es un organismo contradictorio, conservador y mafioso, oportunista y prejuicioso que, como en muchas facetas, llega tarde a la evolución tecnológica. Pero ahora ha ido más allá.
- Su contradicción se ilustra con la Copa del Mundo actual, organizada en Rusia, un país que castiga y condena la homosexualidad, pero en cuya competencia multa al equipo mexicano porque su afición grita “¡eeeh puto!” al portero del cuadro rival. A cuatro días de que acabe el torneo ahora también se preocupa por ser “sexista”.
- Es conservador porque, con prácticas políticas propias de regímenes dictatoriales, rechaza los cambios de mandos, se reparten cuotas de poder, manejan discrecionalmente fondos, con tibieza ha añadido el videoarbitraje y se amafia para comprar lealtades a cambio de espacios y sedes mundialistas.
- Es oportunista y prejuicioso porque, colgado de la lucha indiscutible, necesaria y justa por la equidad de género, ahora ha llamado a las televisoras a “no enfocar mujeres atractivas” en las tribunas durante los partidos “para combatir el sexismo”.
Entonces, si la cámara capta “mujeres no atractivas” o “feas” o “desagradables”, ¿queda salvado el sexismo? Si enfoca hombres, guapos o no agraciados, ¿también se blinda todo de sexismo? ¿A consideración de quién queda fijar el canon de belleza? ¿Del camarógrafo, del productor? ¿De los grupos feministas organizadores de la protesta? ¿Se les invitará a las transmisiones para que ellos decidan qué aficionada enfocada implica una conducta sexista y cuál no, solo a partir de sus prejuicios?
La oportunista maniobra de la FIFA tiene que ver con las críticas que recibió la prestigiosa agencia Getty Images, que debió bajar de su portal una galería que tituló “Las mejores fans de la Copa del Mundo”, disculpa de por medio. En los primeros dos juegos de Rusia, una chica llamó la atención de los fotógrafos de varias agencias y resultó ser una pornstar, que encabezó las series fotográficas sobre aficionadas a lo largo del certamen.
Dice Umberto Eco que basta pensar en la estupefacción que experimentaría un marciano que descubriera un cuadro de Picasso y la descripción de una hermosa mujer en una novela de amor de la misma época, pues no entendería qué relación existe entre las dos concepciones de belleza. La prejuiciosa FIFA parece haber resuelto el acertijo.