La entrada al ruedo electoral de los candidatos a las alcaldías en los municipios sureños de Chetumal (Othón P. Blanco) y Bacalar hizo subir de golpe la temperatura política, que se mantenía en la tibieza a pesar de que los aspirantes a las diputaciones federales y senadurías estaban en campaña desde principios del mes de abril.

En la capital, donde el proselitismo de los candidatos federales había pasado casi desapercibido, el choque entre los cinco aspirantes a la presidencia municipal está sacando chispas porque todos son muy competitivos, desde el candidato oficialista Fernando Zelaya Espinoza, hasta el independiente Julio “Taquito” Velázquez Villegas, quien está haciendo un gran esfuerzo pero las desventajas económicas y estructurales le están pesando, mostrando un rezago notorio desde los primeros días de campaña.

Por su parte, el panista “Chino” Zelaya es el que más musculatura ha mostrado gracias a los anabólicos electorales que le da el respaldo de la coalición PAN-PRD-MC, pero es perseguido de cerca por el sorprendente candidato de Morena, Hernán Pastrana Pastrana, que a sus 78 años de edad está recorriendo las colonias populares y poblados pidiendo el voto casa por casa al mismo ritmo que sus contendientes más jóvenes.

Pero tampoco se puede descartar al candidato emergente del PES, Manuel Valencia Cardín, quien decidido a ser el “caballo negro” de la contienda está realizando una campaña muy intensa poniendo en juego todo el aprendizaje adquirido a lo largo de casi cuatro décadas de trayectoria política, igualando en fuerza y arrastre desde el primer día a la priista María Hadad Castillo, quien no se da por muerta a pesar de la maltrecha imagen del Tricolor.

En Bacalar la efervescencia es incluso mayor que en la capital, aunque la balanza se inclina principalmente hacia la ex priista Nelia Uc Sosa, nominada por el PRD en el décimo municipio, y el ex petista Rivelino Valdivia Villaseca, vestido con la casaca de Morena.

El arrastre que ha conseguido la profesora Nelia en la primera semana ha sido notorio, superando ampliamente en número de simpatizantes al alcalde turquesa Alexander Zetina Aguiluz que luce desencanchado y muy solo en esta campaña en búsqueda de la reelección.

Pero Rivelino Valdivia, que no es un fenómeno electoral, viene montado en la ola de Morena con el poderoso efecto AMLO que en Bacalar no es poca cosa, tanto así que ya es visto como uno de los finalistas.

 

Y esto, apenas empieza.