Andrés Manuel en su laberinto

Después del debate quedé peor, se me fue la paz al ver a todos los candidatos mentir...

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Después del debate quedé peor, se me fue la paz al ver a todos los candidatos mentir en una u otra forma y dedicar gran parte del tiempo a atacar a Andrés Manuel López Obrador; sin embargo lo que peor me deja es el silencio de éste ante acusaciones graves de demagogia y de doble discurso. De López no espero más nada pues ya lo conozco, sin embargo lo más impresionante es la poca memoria de este maltratado México ante los desmanes de sus políticos.

Es como si el enojo ante la barbaridad del actual gobierno los llene de un perdón sin límites ante lo evidente. No hay que darle más vueltas a lo innegable: Andrés Manuel López Obrador y su movimiento se han llenado del rebosadero de tormenta de la cloaca política mexicana, salvo muy contadas excepciones.

Tener a Dolores Padierna y a Bejarano entre sus colaboradores es simplemente insultante para cualquiera. Verdaderos mafiosos de oficio, operadores de influencias y extorsionadores de gente de bien, sin embargo se le perdona a Andrés Manuel todo, él sabe mejor y chance hasta la Padierna ya se reformó. He visto comentarios en las redes donde a Alfonso Romo se le menciona como alguien que “ya reconoció su error” sobre el escándalo del Fobaproa.

Hasta el mayor expolio de las riquezas de México en su historia moderna y uno de sus arquitectos se olvida con tal de castigar al poder, total, para poner otro poder, un poder que ni responde preguntas o las responde con acusaciones.

Luego vinieron las promesas y las danzas de los millones, la mención  al aumento del empleo mediante no sé qué políticas económicas o arancelarias, nunca lo he sabido, mientras que el hecho es que si este patriota de pantano se enfrenta a Trump lleno de un orgullo que no vale un peso y con la diplomacia de un ranchero de película de edad de oro; nos va a dejar sin inversiones y sin TLC que tanta falta nos hace.

 Habla de ridiculeces precolombinas del “maíz de nuestra tierra, el nuestro, no el importado, el de nuestros ancestros” mientras comulga con los líderes sindicales y campesinos que optan por el status quo que nos tiene el campo tan atrasado que nos obliga a importarlo. Pinta un escenario de pillos contra nobles campesinos como si realmente fuera un negocio más razonable importar el maíz que hacer una verdadera reforma agraria del siglo XXI, (esa, la que él nunca piensa hacer).

La mención al final del debate de uno de los candidatos sobre los vínculos de Andrés Manuel López con Manuel Bartlett fue para levantarse del asiento. ¿Ya se nos olvidó acaso cuando ese mismo señor nos arrebató nuestro primer sueño de democracia? Cuando siendo funcionario y en la línea más paleontológica del priismo fue el artífice del fraude que llevó al poder a Carlos Salinas de Gortari y dejó fuera del juego a un joven y prometedor Cuauhtémoc Cárdenas. Esculco y esculco las redes de los fanáticos de esta revolución de “terciopelo” (pero bien apolillado) y nunca se les escucha ni un ápice de indignación ni de asombro ante semejante burla a nuestra memoria. Como dijera Púshkin: “¡Tempestad, lánzate sobra las aguas dormidas!”

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