En Migración hay un cambio

Harley Sosa Guillén fue nombrado delegado del Instituto Nacional de Migración en Quintana Roo.

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Harley Sosa Guillén fue nombrado delegado del Instituto Nacional de Migración en Quintana Roo, a fines de marzo. Su designación fue tema por su condición de “local”, tras años de que favorecieran desde el centro a servidores públicos foráneos, por lo que es tiempo propicio para analizar cómo han sido las primeras semanas.

El INM es un organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, importantísimo aquí debido a la vocación turística internacional de la entidad, su posición geográfica estratégica, así como por su condición de refugio para miles de centroamericanos y sudamericanos, quienes escapan de diversas crisis.

Esa característica la entiende Sosa, quien procede de la Comisión estatal de Derechos Humanos, una instancia desde la cual tuvo relación con los avecindados, muchos de los cuales han optado por reunirse en agrupaciones sociales, a las que atendió siendo ombudsman.

Esa experiencia, potenciada principalmente con foros y otros encuentros, le permitió tener acceso directo a expedientes relacionados con errores y omisiones en perjuicio de migrantes. Y reaccionó, inclusive, canalizándolos con representantes consulares o dirigentes de los grupos de extranjeros organizados.

Por eso debe refutarse la versión de que pasó de ser un garante de los derechos a un perseguidor. Porque entiende a la contraparte, una que vive con dudas y temores por culpa de funcionarios ineficientes, gestores indolentes o abogados sin escrúpulos, que se aprovechan muchas veces de la vulnerabilidad.

Se sabe que la dinámica está cambiando. En las primeras dos semanas realizó un trabajo meticuloso de inspección, detectando qué debe mejorar, cómo hacerlo y en cuánto tiempo, sobre todo en el aeropuerto, para no afectar el ingreso de visitantes en alza. Es “labor hormiga”, indispensable para llegar a rincones aún inexplorados.

El delegado, pues, no puede traicionar esos principios por los que luchó desde la mencionada Comisión, menos aun con una formación profesional desarrollada en una tierra que brinda constantemente nuevas oportunidades.

Y si sus planes funcionan, se verán reflejados en el turismo, el motor de la economía. Porque de su gente depende, en gran medida, la primera impresión, el índice de satisfacción, el éxito de la tasa de retorno y otros indicadores relevantes del ramo.

Puertas adentro, todo marcha según lo previsto por la autoridad. Pronto se sabrá cómo le irá puertas afuera.

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