Es obvio que el mando único firmado entre el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Benito Juárez no resolverá ipso facto el problema de la inseguridad y la violencia criminal de Cancún. Es más: nos atrevemos a prever que los grupos delincuenciales responderán con cierta ola de violencia, pero que la alcaldesa María Elena Lezama Espinosa haya firmado el primer convenio en este sentido con el estado tiene que significar por lo menos a mediano plazo una mejora substancial en la situación, pues esta es tan seria en Quintana Roo –y tan grave en el país– que en donde sea posible hay que aprovechar la comunidad de propósitos del próximo presidente Andrés Manuel López Obrador, gobernadores como Carlos Joaquín González y los munícipes, para que no confundan federalismo con la irresponsabilidad.

 

En el caso de Cancún, al ser Mara la principal edil proveniente del Morena, pues ganó con la mayor proporción de votos entre las 11 demarcaciones de Quintana Roo y hoy gobierna a la mitad de los quintanarroenses, la responsable toma de postura que ya se dejaba ver desde su triunfo electoral gracias al buen trato del gobernador es especialmente significativa, pues será difícil que los otros dos municipios gobernados por el partido mayoritario del país –en total cuatro lopezobradorcistas, si sumamos al petista Nivardo Mena Villanueva de Lázaro Cárdenas– se vayan a resistir como lo hizo al principio Laura Beristáin Navarrete de Solidaridad, y que los otros, mucho más necesitados de ayuda por falta de recursos propios, vayan a objetar la estrategia nacional y estatal.

 

Es cierto que el conflicto surgido al interior de seguridad pública de Benito Juárez pudo haber precipitado la firma del convenio, pero ya existían signos claros de que Mara no se iba a resistir, pues desde el nombramiento de Jesús Pérez Abarca, evidentemente coordinado con las fuerzas armadas, seguramente consensuado con el gobierno de Andrés López y decididamente apoyado por Carlos Joaquín la intención era clara.

 

HELADA MADRINA

 

En cuanto a la policía estatal que comanda el secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo Jesús Alberto Capella Ibarra –entusiasta defensor desde hace años del mando único, aunque a veces tuvo sinsabores en el empeño–, que tenía nula presencia fuera de Othón P. Blanco, se informó que en Cancún se estableció un puesto de mando de 300 elementos, en Solidaridad ya se está instalando y en Cozumel ya opera con 100 policías y 15 patrullas.

 

Por parte de la federación, fue noticia sonada hace unos días que se estableció la Décima Brigada de la Policía Militar en Cancún y se trabaja en un proyecto de equipamiento y tecnología en materia de seguridad, que contempla la instalación de más de tres mil cámaras y un complejo de seguridad C-5.

 

La análisis de los expertos –exceptuando los muchos radicalizados contra Enrique Peña Nieto, a quien no solo culpan de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa sino del calentamiento global y hasta del conflicto en Crimea– señalan a las corporaciones policiacas municipales como los nichos en los que anida el crimen organizado, pues posesiona vía corrupción y/o extorsión a sus elementos para que le “ayuden” con el control de la plaza. Nunca lo vamos a saber sin sombra de duda, pero todo indica que quienes echaron a empellones al importado jefe Jesús Pérez Abarca de sus oficinas son precisamente esos elementos que están –o estaban, esperemos– como peces en el agua de la corrupción de la policía preventiva, que han visto desde que empezó el sexenio joaquinista crecer las amenazas a sus privilegios.

 

Es importante que la munícipe haya reconocido que hay una importante cantidad de elementos de la corporación en sus tres sectores –preventivo, turístico y de tránsito– que no solo son rescatables, sino que se negaron a participar en la sublevación que incluía amago de paro de labores, pero lo definió con bastante propiedad:

“Estamos sumando nuestros recursos humanos y financieros y materiales a una estrategia común para que muy pronto se refleje en los resultados que todos queremos. Este convenio de Mando Único busca que la autoridad estatal se comprometa a depurar, capacitar, equipar y operar los cuerpos policiacos, mientras que en el municipio nos concentramos en la prevención social de la violencia”.

 

Esto deja claro que desde la perspectiva local no hay por qué percibir la medida como una violación al principio del municipio libre que consagra el artículo 115 de la Constitución General, fundamental de nuestra forma de Estado y gobierno. La labor de un presidente municipal empieza por garantizar la convivencia armónica y la seguridad de sus gobernados. Si esto funciona, podrá consolidarse la coordinación fiscal entre órdenes de gobierno en todos los ámbitos, pues la suma de esfuerzos que se ha frustrado por pleitos de índole partidista o por choque de personalidades e intereses es lo único que puede mejorar la vida de la gente.

Qué bueno que Mara lo entendió.

 

REPÚBLICA DE BABIA

 

La Bolsa Mexicana de Valores había padecido cracks importantes después del “error de diciembre” de la transición Carlos Salinas de Gortari-Ernesto Zedillo Ponce de León, pero se debieron más a factores externos, pero la estrepitosa caída del jueves del Índice de Precios y Cotizaciones estará marcada por haber sido provocada por la obcecación, la necedad de uno de los necios más necios de este país, que para desgracia ocupa un puesto clave en los poderes nacionales, Ricardo Monreal Ávila, que lidera al partido mayoritario y presidencial Morena en el Senado.

 

El ex gobernador de Zacatecas, que la verdad es que después de perder la nominación a jefe de gobierno de la Ciudad de México tras una pésima gestión en la delegación –hoy alcaldía– Cuauhtémoc frente a Claudia Sheinbaum Pardo recibió como premio de consolación una presidencia de bancada que como valor entendido debe obedecer las órdenes de la jerarquía partidista, por su innegable lealtad a López Obrador, se le ocurrió una verdadera idiotez desde el punto de vista financiero y económico: lanzó una iniciativa para eliminar la mayoría de las comisiones que los bancos cobran a sus usuarios.

 

En siete años el S&P/BMV/IPC no había caído los 5.81 puntos porcentuales con que se desbarrancó el viernes. Para no hablar en porcentajes, diremos que la caída a 44 mil 190 puntos significa un descalabro mayúsculo, de esos que afectan el tipo de cambio con el dólar, las perspectivas de crecimiento económico que estiman el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco de México y las calificaciones de grado de inversión de las firmas mundiales especializadas y, sí, sucedió: todos los índices se vieron afectados apenas en un rato de operaciones de la BMV tras el anuncio en el senado, ya cerca del cierre en el Piso de Remates.

 

El dólar escaló a 20.5 pesos, el precio más caro del mes luego de la cancelación del Nuevo Aeropuerto de México en Texcoco, que ya nos hizo dejar muy atrás la frontera de los 19 pesos.

 

Leímos en un reporte inmediato de Milenio que las acciones de Banorte –segundo mayor banco del país– y Santander llegaron a perder hasta 12 por ciento en la sesión.

 

Esa es una tasa que puede hacer quebrar a cualquier compañía que cotiza en la bolsa. El lunes negro del crack de 1929 en Nueva York registró una caída de 9.4 por ciento, tasa que inició la Gran Depresión que agobió a Estados Unidos durante más de una década y para la población común significó una enorme cantidad de suicidios de jefes de familia por la desaparición de las fuentes de empleo y modo de sustento de sus familias. ¡El señor Monreal causó más de la mitad de esa contracción en la bolsa de la Ciudada de México, en minutos, por una iniciativa estupidísima e irresponsable!

 

LAS DICHA INICUA…

 

En este país de valores entendidos y enormes hipocresías políticas –eso de que los fiscales son independientes o que los otros poderes son autónomos del Ejecutivo, por ejemplo–, el palurdo líder de los senadores del Morena de inmediato recibió regaños de los próximos integrantes del gabinete lopezobradorcista y de la dirigente nacional de su partido Yeidckol Polevnsky por su inconmensurable babosada.

 

La nacida Citlali Ibáñez Camacho que de repente se metamorfoseó en polaca no omitió regañar duramente a Monreal por no haber consultado al partido, al gabinete y sobre todo al presidente para meter su escandalosa iniciativa, pese a que tres días antes hubo una reunión con el propio Andrés Manuel para definir la agenda legislativa. Hay que decir que el zacatecano ahí se mostró obsequioso y sumiso, asegurando que el único que definiría el actuar del partido mayoritario en el congreso sería el flamante mandatario federal.

 

Monreal, que agobiado por su enorme yerro al principio declaró que buscaría dialogar con los banqueros, al día siguiente, ayer, se envalentonó y dijo que no consultó a López Obrador porque los legisladores son libres y autónomos, advirtiendo que la iniciativa que puso a temblar a la banca no se va a echar para atrás.

 

Pero se equivoca de cabo a rabo el senador: si bien como integrante de un poder soberano es desde luego independiente y hasta puede salirse del partido que lo llevó a la cámara, como coordinador de la fracción parlamentaria del Morena no lo es, y que como le advirtió Yeidckol por ley esta figura no es más que el “brazo legislativo” del partido.

 

Léase de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos el artículo 14, inciso d, fracción 4: “En los términos de los supuestos previstos por esta ley para la conformación de los Grupos Parlamentarios, los partidos políticos cuyos candidatos hayan obtenido su constancia de mayoría y validez o que hubieren recibido constancia de asignación proporcional, comunicarán a la Cámara, por conducto de su Secretario General, a más tardar el 28 de agosto del año de la elección, la integración de su Grupo Parlamentario, con los siguientes elementos: a) La denominación del Grupo Parlamentario; b) El documento en el que consten los nombres de los diputados electos que lo forman; y c) El nombre del Coordinador del Grupo Parlamentario.

En otras palabras, si mañana le apetece correrlo como líder de bancada, lo puede hacer con una mano en la cintura.

 

HOMÚNCULOS

 

Ya sería un rosario de enfrentamientos con el sector empresarial por parte de López Obrador, luego de la cancelación del aeropuerto de Texcoco y otras amenazas a los “señoritingos”, pero aun así no creemos que el presidente electo haya dado por terminado su “amlove” con la iniciativa privada y tal vez el empecinamiento en cancelar la construcción de una terminal que habría sido una de las más modernas y conectivas del mundo no pudo evitarse por las promesas de campaña de quien tomará las riendas de la nación el 1 de diciembre. Ya de plano pelearse con los bancos sería demasiado.

 

El presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther, en referencia a la iniciativa de Monreal, expresó que el sector empresarial ve con gran preocupación que se planteen modificaciones normativas que serían restrictivas a la libertad empresarial, pero, salvo que el senador haya de plano perdido una chaveta, la última palabra ya la dijo su jefe político.

 

Andrés López consultó con Carlos Urzúa Macías y este le advirtió que la iniciativa de chivo en cristalería del líder moreno en la cámara alta era por lo menos inopinada: tras el jueves negro en el inmueble de Paseo de la Reforma y Río Rhin, salió a frenar la propuesta.

 

Si no se retracta Monreal, este será la primera ruptura del nuevo gobierno… ¡antes de haber siquiera iniciado.