Educación sostenible
La educación ambiental alienta estilos de vida sostenibles
La educación ambiental alienta estilos de vida sostenibles, la disminución de los desechos, una mejor utilización de la energía, un mayor empleo de los transportes públicos, el apoyo a políticas favorables al medio ambiente y el activismo ambiental. Los estudiantes de Estonia y Suecia, donde el desarrollo sostenible forma parte de los planes de estudios oficiales, era más probable que respondiesen correctamente a las preguntas sobre ciencias del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos de 2006 que sus homólogos de países en los que no se impartía esa materia. Algunas escuelas han adoptado un enfoque de la educación ambiental que abarca “toda la escuela”. La investigación acerca de esas escuelas efectuada en Inglaterra mostró mejoras en el ideario de los establecimientos escolares y en la salud y el aprendizaje de los estudiantes, así como disminuciones de las huellas ecológicas de las escuelas.
Las acciones humanas individuales y colectivas han ejercido una presión inmensa sobre el planeta y las formas de vida que sustenta. Como la humanidad está contribuyendo paulatinamente a la degradación del medio ambiente, a la rápida pérdida de diversidad biológica y al cambio climático, sus actuaciones también deben aportar soluciones a esos desafíos. La educación puede desempeñar un gran papel en la necesaria transformación en sociedades más sostenibles ambientalmente, de consuno con iniciativas del gobierno, la sociedad civil y el sector privado.
La educación conforma los valores y las perspectivas. También contribuye a la adquisición de competencias, conceptos e instrumentos que pueden utilizarse para disminuir prácticas insostenibles o acabar con ellas. El papel polifacético de la educación en la sostenibilidad no siempre es positivo. Puede contribuir a prácticas insostenibles, entre ellas el consumo excesivo de recursos, y agravar la pérdida de conocimientos y modos de vida autóctonos relativamente sostenibles. Puede ser menester moldear y transformar la educación para conseguir que tenga un efecto positivo.
Tres de las concepciones más difundidas de cómo el comportamiento de los seres humanos da lugar a la degradación ambiental apelan a la demografía, los estilos de vida modernos y el comportamiento individual. Por fortuna el conocimiento acerca del medio ambiente está siendo incorporado cada vez en mayor medida a los planes de estudios de educación básica. El análisis de 78 planes de estudios nacionales muestra que el 55% emplea el término “ecología” y el 47% la expresión “educación ambiental”.